La consejería de Medio Ambiente coordina un proyecto europeo denominado LIFE Forest CO2 para fomentar los sistemas forestales y la gestión sostenible de los bosques como forma de mitigar el cambio climático, a través de la aplicación de la normativa comunitaria de la contabilidad de emisiones y absorciones de gases de efecto invernadero resultantes de actividades sobre el uso del suelo y la selvicultura.

La Región cuenta con 308.028 hectáreas de superficie forestal arbolada. Cada hectárea puede absorber una media de 47 toneladas de CO2, que es el equivalente a las emisiones de un turismo que recorra 400.000 kilómetros, según citaron ayer fuentes regionales.

El proyecto busca la mejora de «la cuantificación» de los sumideros forestales, mediante el desarrollo de metodologías de bajo coste, para estimar la biomasa y el CO2 retenido en los sistemas aéreos de las masas forestales; correlacionar el dióxido de carbono captado en los sistemas aéreos con el almacenado en los sistemas radiculares de las superficies arbóreas; cuantificar la cantidad de materia vegetal muerta disponible en la superficie del suelo forestal, así como contribuir al conocimiento del carbono orgánico almacenado en los primeros 50 centímetros del suelo forestal.

Así, se tendrá un «mejor» conocimiento de los almacenes en los que se distribuye el carbono de los sumideros forestales. También se trabajará con los propietarios de los montes, para que desarrollen proyectos de absorción de carbono, así como con las organizaciones públicas y privadas, a fin de que implanten procedimientos de cálculo de la huella de carbono, reducción de emisiones y compensación voluntaria en los sumideros forestales.