«Estamos aquí para celebrar la vida». Con esta frase comenzó ayer la consejera de Sanidad, Encarna Guillén, el encuentro en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia entre los profesionales encargados de realizar trasplantes de órganos y siete ciudadanos intervenidos, cita promovida desde su departamento. Sanidad quiso así celebrar el que este centro médico se haya convertido en el líder en el número de donantes de órganos de toda España, según las cifras facilitadas por el Ministerio.

Estos datos indican, además, que la Comunidad Autónoma alcanzó en 2015 una tasa histórica de 44,3 donaciones multiorgánicas por millón de habitantes, lo que la sitúa cinco puntos por encima de la media del país, que es de 39,7.

Encarna Guillén, durante el encuentro, al que también acudieron familiares de los operados, quiso conocer de primera mano la labor que realizan los equipos de trasplantes y de coordinación de todos los hospitales del Servicio Murciano de Salud.

La consejera explicó que gracias al trabajo de estos profesionales -del que forman parte un equipo multidisciplinar de médicos, enfermeros y técnicos de laboratorio, entre otros- «y a la solidaridad de los murcianos», el año pasado se realizaron 366 trasplantes de órganos y tejidos, es decir, un 22 por ciento más que el año anterior, en que el número ascendió a 299.

«Ser los número uno en donaciones efectivas nos hace felices a todos, pues detrás de cada donación hay vida», apuntó Guillén, quien quiso agradecer «la generosidad de las familias» que ceden los órganos de sus seres queridos.

La titular de Sanidad indicó que el camino a seguir ahora era avanzar en los procesos de investigación para lograr que se minimicen los rechazos y mejore la calidad de vida de los trasplantados.

Intervenciones realizadas

La tasa de donaciones por millón de habitantes ha pasado en Murcia de 34 en el año 2014 a 44 en 2015, lo que supone un incremento del 30 por ciento, con 60 trasplantes de hígado, 68 de riñón, 11 de corazón, 128 de médula ósea y 97 de córneas. En total, se han practicado 65 extracciones multiórganicas frente a las 50 del año anterior.

En septiembre de 2014, la Arrixaca llevó a cabo el primer trasplante renal cruzado en la Región gracias a la solidaridad de un donante vivo ´samaritano´ (un donante altruista que da su riñón a un desconocido). De este modo, se posibilitó una cadena de cuatro donaciones y trasplantes renales de donante vivo en otras tres ciudades españolas.

La Región de Murcia inició su actividad en materia de trasplantes en 1986, con el doctor Pascual Parrilla al frente, y a lo largo de estos años se han llevado a cabo más de 5.000 trasplantes.

Testamento vital

La consejería de Sanidad puso en marcha hace nueve años el Registro de Instrucciones previas, o testamento vital, un documento en el que los ciudadanos manifiestan la última voluntad sobre el destino de sus órganos o cómo quiere ser tratado en caso de que pierda las facultades de decidir ante una enfermedad terminal.

En la actualidad, hay más de 3.500 inscripciones de documentos de Instrucciones Previas registrados. De ellas, el 99 por ciento hacen referencia al cuidado y tratamiento del cuerpo, el 46 por ciento al destino del cuerpo; y el 35 por ciento a la donación de órganos, según los datos que maneja la Consejería.

Además, la Comunidad Autónoma cuenta con proyectos de investigación relacionados con la donación y trasplante de órganos y tejidos, entre los que los trasplantes es una de las áreas consolidadas del Instituto de Investigación Biosanitaria.

Por otra parte, España ha conseguido aumentar un 10% el número de donantes de órganos en 2015, con 39,7 donantes por millón de población, la mayor subida de su historia. El año pasado se registraron un total de 4.769 pacientes trasplantados, lo que confirma el liderazgo mundial de España desde hace 24 años.

Fue una experiencia terrible, pero aquí se han portado como Dios»

Adolfo Lorenzo. Trasplantado de corazón

Adolfo Lorenzo tiene 55 años y hace dos recibió un trasplante de corazón. Previamente, le habían hecho un triple by-pass, pero sólo le funcionaba el órgano a un 30 por ciento de su capacidad. «Me desmayé en la puerta de la Arrixaca cuando venía a hacerme una revisión con mi hija», explicó ayer, tras participar en el encuentro auspiciado por la consejería de Sanidad. Lorenzo estuvo un mes y medio viviendo con un corazón artificial, aunque la funcionalidad de esta prótesis apenas alcanzaba el diez por ciento. El paciente tuvo que esperar dos meses a que finalmente le llegara un donante que le permitiera volver a nacer. «Fue una experiencia terrible, pero aquí, en el hospital, se portaron como Dios», apuntó contundente.

Al principio, no entiendes por qué te ha tenido que pasar a ti»

Cristina Melera. Trasplantada de hígado

A Cristina, de 32 años, le tocó desarrollar una enfermedad hereditaria, de la que son portadores ambos progenitores. Se conoce como Enfermedad de Wilson y le provoca la acumulación de cobre en el hígado. A los 17 años comenzó a sentirse mal, muy débil, y para cuando los médicos dieron con la enfermedad ésta ya había alcanzado la fase 3; sufría un fallo multiorgánico y la única solución era un trasplante hepático. Llegó cuando ya había cumplido los 18 años. «Sólo tuve que esperar dos meses y puedo decir que he vuelto a nacer», comentó. Ahora hace una vida muy sana y se cuida mucho, y recuerda que cuando estaba pasando por el proceso, al ser muy joven, «no entendía por qué me había pasado a mí». Gracias al apoyo de familiares y amigos lo fue llevando mejor. «Mi mensaje es que hay que ser positiva; es importa

Creas un vínculo muy especial con los médicos y con las enfermeras»

Celia Hernández. Trasplantada de médula ósea

Celia tiene 18 años y a los 16 le detectaron una enfermedad que sólo podía curarse con un trasplante de médula. Un año después se lo practicaron y desde entonces ha tenido problemas renales. Por ahora no parece que vaya a necesitar un trasplante de riñón, pero sí que ha estando entrando y saliendo del hospital por los fallos en este órgano, incluso ha estado a punto de morir. Desde septiembre y, tras tener que acudir a hacerse diálisis semanalmente al centro, puede desde casa practicarse la diálisis peritoneal que le da mucha libertad, más tiempo libre. « Voy mucho mejor, estoy muy contenta», indicó. Celia tiene un recuerdo especial para los médicos y enfermeras que la han atendido todo este tiempo. «Creas con ellos un vínculo especial, porque te ven en los peores momentos de tu enfermedad y también celebras con ellos los mejores; pasas con ellos cosas que no vives con tu familia», concluyó.

Mi ilusión es dar las gracias personalmente a la familia de mi donante»

Silvia Ortega. Trasplantada de riñón

Es la veterana del grupo de trasplantados que participó ayer en el encuentro en la Arrixaca, ya que ha cumplido 18 años con su nuevo riñón. Silvia tiene 41 años, está casada y es madre de una niña adoptada a la que adora. Como en muchos casos, comenzó a tener problemas desde muy joven. A ella la enfermedad le llegó con 14 años, y tras seis años y medio estando en diálisis entró en la lista de espera para ser trasplantada. La llamaron en dos ocasiones, sin entrar finalmente al quirófano; pero a la tercera «fue la vencida». La operación fue bien al principio, pero su cuerpo rechazó los uréteres del donante. Fue intervenida tres veces, la última a vida o muerte: «Entré dando la mano a San Pedro, pero lo superé y aquí estoy». Silvia logró terminar su carrera -es maestra-, casarse y ser «una madre feliz», y comentó jocosa que ha había celebrado «la mayoría de edad de mi alien y yo». Su mayor deseo, sin embargo, sería «agradecerle mi vida a la familia de mi donante, un hombre de 50 años; pero no lo recomiendan».