Con gritos de «tongo» y «sinvergüenzas» y con amenazas de impugnación. Así salió ayer elegido secretario general de CCOO en la Región de Murcia Ángel Soler, tras un congreso extraordinario del sindicato, celebrado en la sede de Cartagena, que se alargó más de cinco horas.

Tanto la demora como los gritos que no reconocían la legitimidad del elegido nuevo secretario general del sindicato tuvieron la misma causa: el voto de tres afiliados enviados desde Madrid -de la Confederación- para formar parte de la gestora que ha dirigido el sindicato en los últimos seis meses.

El conflicto se encuentra en que, según defienden los simpatizantes de la candidatura de Salvador Soto, rival de Soler en las urnas sindicales, «estas tres personas no son afiliados en la Región, por lo que no deberían haber votado en las elecciones a secretario general autonómico». Y fueron más allá: «De hecho, hasta ellos mismos dijeron durante su tiempo en la gestora que serían imparciales en el proceso de elecciones, y que incluso no votarían llegado el caso».

Las mismas fuentes explicaron que las normas del sindicato en este sentido son claras: «no se permitirá votar a personas no afiliadas en la Región», por lo que los apoyos de Soto abandonaron el congreso al conocerse los resultados finales.

Y es que, el margen de victoria de Soler mostró, según la candidatura de Soto, que «ha conseguido la secretaria general gracias a esos tres votos», ya que el resultado final fue de 47 votos para Soler y 45 para Soto. De hecho, fuentes consultadas afirmaron que «las previsiones eran de que Soto ganaría por uno o dos votos, ya que no se contaba con los tres apoyos de los miembros de la Confederación». «La sensación que tenemos es que se ha decidido desde Madrid la secretaria general de la Región», señalaron.

Según ha podido saber LA OPINIÓN, el conflicto que generó el retraso en el congreso fue la decisión de dejar votar a los tres afiliados de Madrid. Por un lado, los simpatizantes de Soto se negaron en rotundo, mientras que la mesa electoral «con mayoría de simpatizantes de Soler», según las fuentes consultadas, dio su visto bueno a los votos de los tres, Carlos Bravo, María Cardeñosa y Aquilino Gabarrón.

Internet fue un hervidero

Las redes sociales se convirtieron después del congreso en un hervidero de comentarios a favor y en contra de la elección, sobre todo a través de la página de CCOO Región de Murcia en Facebook. Este periódico ha podido saber que Salvador Soto tiene previsto dar una rueda de prensa mañana para exponer su versión de lo sucedido y comunicar su siguiente paso.

Según conoce esta Redacción, se va a denunciar el congreso ante la Comisión de Garantías para que emita un veredicto y, hasta entonces, «no se reconocerá la legitimidad de Soler para ser secretario general en la Región», indicaron fuentes cercanas a Soto. Asimismo, las fuentes consultadas señalaron que «cuando se estaba decidiendo si los tres afiliados de Madrid votaban o no, ya se dijo que si finalmente lo hacían se impugnarían las elecciones, ya que no debían haberlo hecho».

En este mismo sentido, afirmaron que ya existen resoluciones que contemplan que han de votar los afiliados a la zona geográfica sobre la que se desarrollan las elecciones. «La Confederación ya dijo que los de fuera de la Región no podían votar», afirmaron fuentes consultadas, que confiaron en que el criterio no haya cambiado y se pueda llegar a una solución justa.