Los edificios y viviendas construidos en la costa deberían realizar el Informe de Evaluación de Edificios (IEE) a partir de los 25 años de vida, y no de los cincuenta como obliga el Decreto 34/2015, debido al deterioro que sufren sus estructuras por la «agresividad del cloruro del mar».

Así lo defendió ayer Antonio Mármol, presidente del Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación de la Región de Murcia, tras participar en la presentación de una aplicación informática elaborada por la Comunidad Autónoma que facilita y agiliza la redacción de los informes.

Mármol, a preguntas de esta Redacción, recomendó a los propietarios de los edificios costeros evaluar el estado de los mismos si veían fisuras longitudinales en alguna esquina de los pilares. «En este caso deben urgentemente acudir a un arquitecto o aparejador para evitar daños mayores en la estructura y ver las posibles soluciones», dijo.

A los dueños les va en ello, por un lado, la seguridad pues evitarían el colapso de la estructura. También el bolsillo, porque el arreglo de una fisura o grieta incipiente tiene un precio, pero pasado un año el coste se puede multiplicar por cinco y transcurridos 5 años, por veinticinco, argumentó Mármol.

El presidente de los aparejadores recomentó a los propietarios de viviendas y a las comunidades de vecinos que contraten a un ´técnico de cabecera´, que «por un precio muy razonable» vaya revisando los edificios y casas todos los años, con lo que comprobaría el estado anual de los inmuebles y las actuaciones que fueran pertinentes para su estado óptimo.

De esta manera, dijo, se pueden evitar casos como los ocurridos recientemente en Madrid, en los que dos edificios se derrumbaron, uno de ellos incluso después de pasar la conocida como ´ITV´.