­El consejero de Desarrollo Económico, Turismo y Empleo, Juan Hernández Albarracín, que asistió a la presentación del Barómetro de la Empresa Familiar, anunció ayer que el Gobierno regional prepara una reforma fiscal que se traducirá en una rebaja de impuestos para las empresas de la Región. Hernández Albarracín destacó especialmente la rebaja del Impuesto de Sucesiones y del tramo autonómico del IRPF, aunque no adelantó en qué proporción se revisarán ambos tributos. Destacó que el objetivo del Gobierno, de acuerdo con los compromisos adquiridos en la campaña electoral, es estimular la demanda y conseguir que haya más renta disponible en poder de las familias y consumidores. Añadió que la reforma va a repercutir en la generación de empleo, ya que la mayor capacidad de compra aumentará el consumo.

Aunque señaló que es «un poco prematuro» hablar de la reforma, dado que corresponde a la consejería de Hacienda, remitió al compromiso que el PP adquirió durante la campaña, que se traducirá en una bajada del tramo autonómico del Impuesto de la Renta sobre Personas Físicas (IRPF) para que más del 50% de los contribuyentes vieran reducido un 30% los tipos marginales, tanto los medios, como los máximos y mínimos. En el caso del Impuesto de Sucesiones, dijo que el principal esfuerzo se realizará para que, en el caso de las actividades empresariales, se queden «prácticamente exentas».