Un preso de la cárcel de Campos del Río ha sido ingresado en el hospital Virgen de la Arrixaca tras dar positivo en tuberculosis. Así lo confirmaron ayer a LA OPINIÓN fuentes de Instituciones Penitenciarias, quienes destacaron que, actualmente, otros dos internos se encuentran en observación en el enfermería de la prisión, aunque «no se trata de un brote y está todo controlado».

En el caso de los internos que permanecen en la enfermería, «son dos personas que habrían tenido contacto más directo con el preso enfermo de tuberculosis, por lo que se ha decidido observarlos, más que nada para prevenir, ya que no creen que padezcan la enfermedad», añadieron dichas fuentes.

En cuanto al estado del preso ingresado en el hospital, fuentes del centro no han podido dar dicha información, ya que en estos casos «no se nos está permitido ofrecer ningún dato», según explicaron ayer a esta Redacción.

Por otro lado, desde Instituciones Penitenciarias aseguran que desde hace años se lleva a cabo un Plan de Prevención y Control de la Tuberculosis en el Medio Penitenciario, que «funciona y, de hecho, en el caso que nos ocupa no estaríamos hablando de ningún brote».

De hecho, según se destaca en dicho Plan, la tuberculosis es considerada como un problema de primera magnitud, ya que constituye «la causa de muerte más frecuente por agente infeccioso evitable en los países en desarrollo, en donde se registran la gran mayoría de los casos y fallecimientos».

En Instituciones Penitenciarias -según destaca este Plan de Prevención- «es también el problema de salud pública más relevante, no solo por su incidencia, sino también porque es, tal vez, la única enfermedad para la que el hecho de estar en prisión constituye en sí mismo un factor de riesgo». Y es que, este riesgo iría unido «a la condición de institución cerrada y a la población vulnerable de una alta proporción de las personas que ingresan en prisión».

En cualquier caso, ante el temor expresado por algunos familiares de los presos, que no ven bien que los vis a vis no se hayan suspendido, desde Instituciones Penitenciarias, manifiestan que «no hay ningún peligro» e insisten en que «no se trata de ningún brote».