La variedad de albaricoque búlida no consigue remontar en el precio destinado a la conserva, ya que este año también se pagará a unos 45 céntimos por kilo. El presidente de la Agrupación de Conserveros y Empresas de Alimentación de la Región, Agrupal, José García Gómez, explica que la cantidad de fruta que hay esta temporada, su escaso calibre y la merma de calidad respecto al año pasado a consecuencia de las altas temperaturas, «ha hecho que se fije el precio de referencia de compra en los mismos niveles que el año pasado».

«Esta cantidad nos permitirá seguir siendo competitivos», comenta el industrial.

Actualmente, se destinan unas 25.000 toneladas a la industria, de las cuales 10.000 toneladas, ya transformadas, van a la exportación. Es una cantidad sensiblemente inferior a la habitual hace unos años, en los que se llegaron a vender fuera hasta 70.000 toneladas. «Su peso relativo en el conjunto de las frutas ha bajado mucho; apenas si alcanza el 10 por ciento del total exportado», apunta García.

El destino del búlida en la industria se centra en tres grandes áreas: productos semielaborados de pulpas y cremas para reprocesarlos en zumos y mermeladas; productos para dar sabor (que ya son preparados de alta gama), por ejemplo, para yogures o alimentación infantil y que necesitan de una alta tecnología; y almíbares, tanto pelados como sin pelar.

El presidente de los conserveros comenta que hay un cierto hueco en el mercado nacional, sobre todo en el caso de las confituras y zumos, y que en el exterior se vende sobre todo en Francia (almíbares), Holanda, Alemania, y algo en Inglaterra.

Los productores de esta variedad de melocotón, que ha sido emblemática en la Región de Murcia durante muchos años, lamentan que el precio conseguido no sirva «ni para cubrir los costes de producción».

«Para que nos sea mínimamente rentable la industria debería pagar el kilo entre 55 y 60 céntimos», explica Juan Pedro Martínez, representante del albaricoque en la federación de cooperativas murcianas, Fecoam, quien añade que si alguna partida cosechada sale de peor calidad se destinará a zumo, con lo cual el precio se abaratará más.

El agricultor reconoce que cada vez se está plantando menos esta variedad de albaricoque en la Región, tal y como han manifestado los conserveros, pero replican que «si no pagan bien, nos están obligando a buscar la rentabilidad de los cultivos en otras variedades».

El albaricoque búlida, que está ahora en plena campaña y a la que sólo le quedan un par de semanas para ser recolectada en su totalidad, se cultiva principalmente en el Noroeste de la Región y en Bullas.