­La doctora en Farmacia Isabel Tovar (1949) es la primera mujer al frente del Colegio de Farmacéuticos en su centenaria historia. Ha dedicado toda su carrera al laboratorio de hormonas del hospital de la Arrixaca, donde trabajaba como analista química y bioquímica. Dedicada a la ciencia por vocación de «conocer y saber», Isabel también es una amante de la música y confiesa que «siente devoción por su familia». Desde 2012 también regenta la farmacia de Camposol de Mazarrón y hace una semana su agenda de trabajo se ha multiplicado.

La muerte de Prudencio Rosique ha sido un mazazo para los farmacéuticos.

Prudencio era un hombre lleno de vitalidad y muy trabajador que no paraba de hacer cosas por los farmacéuticos. La muerte nos puede llegar en cualquier momento, pero no esperábamos que fuera así, tan imprevista.

¿Cómo han sido estos primeros días en el Colegio?

Hay un vacío enorme, porque son días muy tristes y llenos de pena. Y en estas circunstancias hemos tenido que terminar el concierto de prestaciones farmacéuticas (acuerdo gracias al que se regulan las relaciones económicas y de prestaciones a los ciudadanos entre el Gobierno y los farmacéuticos), que, si todo va bien, firmaremos la semana que viene con el Servicio Murciano de Salud. Es un documento que se renueva cada cinco años, que ya estaba muy avanzado y en el que Prudencio trabajó mucho.

¿Cuál es el legado que deja Prudencio Rosique?

Nos deja una farmacia moderna y al servicio del ciudadano. Cuando Prudencio llegó al Colegio en 1988, las farmacias eran muy distintas a las actuales: estaban más centradas en el medicamento y todo se hacía a mano. Hoy está todo informatizado y el farmacéutico es un profesional en constante formación y situado en primera línea para el paciente.

Ahora está usted al frente del Colegio, ¿cuáles son sus metas?

La prioridad es continuar todos los proyectos abiertos, y terminarlos, claro. El concierto es uno de ellos, pero también hay que concluir el proceso de adaptación a la receta electrónica, que aún tiene algunos pequeños flecos que perfilar, para que funcione perfectamente. Otro asunto es el SPD (el sistema personalizado de dosificación), con el que se garantiza una correcta medicación, a su hora y sin confusión. Otro objetivo es mantener todas nuestras relaciones con las asociaciones de enfermos, y ayudarlas.

Mencionaba la ‘e-receta’, ¿se ha terminado de implantar en toda la Región?

Sí, ya está implantada en todos los municipios. Ha sido muy bien acogida entre los farmacéuticos y es una medida que nos viene bien a todos. El paciente va a tener que acudir menos al médico, y éste tendrá más tiempo para tratar a los pacientes. Se aligera la labor burocrática. Como toda innovación, fue un reto y desde el Colegio se ha hecho un esfuerzo importante de información, debido a que la implantación ha sido paulatina. En este mundo cambiante de la sanidad, el farmacéutico no puede parar de estar al día: debe estar actualizado.

¿Los recortes en Sanidad han afectado a las farmacias?

Muchísimo. Y seguimos en una era de racionalización del gasto, siempre de lo superfluo. Pero tengo que decir que, gracias a la visión de Prudencio y a la junta de Gobierno, desde 2011 hemos avalado unas pólizas de crédito para que la Administración regional pudiera mantener sus compromisos de pago y el farmacéutico no notara que no se pagaba. Gracias a nuestro aval, amortizado en diciembre de 2014, la Comunidad tuvo los créditos para pagar a los farmacéuticos.

En el mes de marzo, la Comunidad notificó que se retrasarían en once días los cobros a los farmacéuticos.

Se retrasaron, sí, y se pagó el día 1 de abril, once días después. Pero no tenemos ningún malestar. Estamos confiados en que el Gobierno regional va a cumplir su promesa de que el día 20 nos tiene que pagar las facturas. Confiamos plenamente en que va a cumplir su compromiso de pago.

¿Y cuál es su máxima preocupación?

Mantener las funciones del farmacéutico como profesional sanitario al lado del paciente y garantizar el modelo de distribución de la oficina de farmacia.