La planta de biogás construída por la empresa hortofrutícola Kernel Export, de Los Alcázares, va a evitar la emisión a la atmósfera de 10.000 toneladas anuales de CO2 equivalente y producirá unos 3.000 megawatios (MW) anuales de energía renovable.

La empresa ha construído una instalación de 370 kilowatios junto a su industria para la gestión de los residuos del procesado de las frutas y hortalizas, con el objetivo de generar energía para el autoconsumo de la instalación y para producir más de 4.000 toneladas de fertilizantes orgánicos.

El biogás es un gas combustible formado fundamentalmente por metano y obtenido por digestión anaerobia de residuos o subproductos orgánicos, tales como residuos de la industria hortofrutícola, conservera, estiércol o lodos. Se puede usar para obtener calor y electricidad, o para su refinamiento. En su producción se obtiene también un fertilizante llamado digestato.

El proyecto cuenta con tecnología de biometanización y de producción de fertilizantes orgánicos a la vanguardia europea, según explica la empresa.

Además, está diseñado para dar solución a más de 15.000 toneladas anuales de residuos de la industria agroalimentaria (restos vegetales, lodos, sueros, productos caducados€); residuos generados en las playas como las medusas y las algas, e incluso la fracción orgánica de las zonas ajardinadas de Los Alcázares.

Por lo que se refiere a las 4.000 toneladas de compost sólido que va a producir la planta, la empresa alcazareña lo registrará como producto ecológico «y se espera que permita sustituir varios miles de toneladas de gallinaza „que es el estiércol provocado por las gallinas„ que actualmente tenemos que comprar», según indican fuentes de la empresa.

La parte tecnológica del proyecto ha corrido a cargo de la empresa Ludan Renewable Energy, una sociedad perteneciente a la multinacional israelí Ludan, que provee servicios en el desarrollo, diseño, construcción y participación de proyectos de biogás y gestión de residuos.

La empresa recuerda que el biogás es una tecnología que ha sido ampliamente testada a nivel mundial. «Las plantas de biogás son una realidad exitosa en diversos países europeos, especialmente en Alemania, Italia o Austria», concluyen.