"No teníamos ni idea"; "Nos ha pillado por sorpresa"; o "No es el mejor momento para el sector", son las frases más repetidas entre los responsables de las organizaciones del sector agroalimentario de la Región ante la dimisión de ayer del consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá.

José Manuel Claver, presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), que estaba ayer en Zaragoza, dijo, escuetamente, que «a nuestro juicio fue un buen consejero hasta esta última legislatura, que le ha sobrado», lamentando que en estos últimos años se haya distanciado de los regantes.

La de Claver puede considerarse como la única reacción que conlleva cierta crítica hacia Cerdá, ya que el resto de organizaciones agrarias han preferido cerrar filas en torno a su figura. "Es muy querido y respetado y como nadie lo esperaba demuestra hasta qué punto la política está enrarecida", indicó Juan Marín, presidente de la organización de productores y exportadores, Proexport. Añadió que "como la agricultura no entiende de política pediremos al presidente Garre una reunión el lunes, porque el sector no puede, con lo que tenemos encima, estar cuatro meses de interinidad, con un consejero de paso".

El mismo argumento lo comparte, desde las cooperativas agrarias, Santiago Martínez, presidente de Fecoam. "Es una desgracia para el sector, con los problemas con el agua y con las campañas de frutas y hortalizas ...; una vez más la política nos juega una mala pasada", añadió.

El presidente de la organización de productores y exportadores de fruta, Apoexpa, Joaquín Gómez, destacó que nada hacía predecir este momento. "Desde luego, no viendo al presidente Garre y al consejero juntos en Berlín", dijo, en referencia a la feria del sector Fruit Logística. Gómez, que le calificó como "la figura más excepcional de los último 50 años" para la agricultura regional, destacó su "disponibilidad permanente" para acompañarles en las negociaciones con el Ministerio.

"No tengo nada que decir sobre su dimisión; es algo personal y la respeto», apuntó Miguel Padilla, presidente del sindicato agrario Coag. Sin embargo, mostró su preocupación y lamentó el momento en el que se producía porque «hay normativas muy importantes como la de las ayudas, de las que dependen muchos agricultores, de la PAC o del PDR que aún están pendientes de su aprobación, y que el nuevo consejero deberá cerrar en un breve plazo".

Desde Upa, su secretario general, Marcos Alarcón, tampoco quiso pronunciarse sobre la renuncia pero apuntó que había sido un interlocutor que siempre se había movido con respeto hacia las organizaciones agrarias, "incluso desde la discrepancia". Alarcón deseó que el nuevo consejero fuera una persona "con capacidad para tomar decisiones y resolver temas desde el primer momento".

Para Alfonso Gálvez, de Asaja, Cerdá había sido "un buen consejero, cercano al sector y al que no hacemos ningún reproche". A su relevo le pidió firmeza y claridad en su defensa del agua para la Región" y que Garre lo nombrara «rápido» por las circunstancias ya mencionadas del sector.

El presidente de la patronal Croem, José Mª Albarracín, "desde el respeto a su decisión", destacó "la excelente labor desarrollada" en estos años, "en los que ha contribuido a que el sector agrícola haya experimentado un extraordinario desarrollo, hasta el punto de ser en la actualidad baluarte de la economía de esta región». Albarracín espera que su sustituto "mantenga la línea de cercanía, diálogo y consenso mostrada por Cerdá" hacia Croem.