El reloj marcaba las 08.27 horas y las calles de Murcia comenzaban a llenarse de gente que se apresuraba para ir a trabajar. En ese preciso instante entraba por la puerta principal del Palacio de San Esteban el consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, con la intención entrevistarse con el presidente de la Comunidad Autónoma, Alberto Garre, y confirmarle lo que el jefe del Ejecutivo regional ya conocía tras leer la portada de LA OPINIÓN: su dimisión como miembro del Consejo de Gobierno tras más de 16 años en el cargo.

El consejero se mostró emocionado durante su encuentro con Garre, al igual que hiciera hace dos años, durante un acto con productores y exportadores agrícolas, que lo iban a imputar en el caso Novo Carthago. De San Esteban salió poco después de las 10.30 sin hacer declaraciones a los periodistas que le esperaban en la puerta de la sede de la presidencia del Gobierno regional.

Poco después, la Oficina de Comunicación del Ejecutivo autonómico hacía público el siguiente comunicado del dimisionario responsable regional de Agricultura y Agua:

«Después de 16 años como consejero del Gobierno regional al servicio del sector agroalimentario y de la Región de Murcia, he decidido dimitir de mi cargo y así se lo he hecho saber en el día de hoy al presidente de la Comunidad Autónoma, Alberto Garre.

Durante 16 años, mi entrega al sector agroalimentario, a la Región de Murcia y a mi partido ha sido incondicional. Durante todo este tiempo he trabajado con la única finalidad de defender, garantizar y promover, tanto fuera como dentro de la Región, los intereses agrícolas, hídricos y medioambientales de Murcia, poniendo para ello toda mi capacidad, mis conocimientos y mi integridad al servicio de dichos intereses públicos.

La gestión eficiente del agua y el desarrollo continuo y sostenible de los recursos agrícolas de toda la Región han sido las únicas motivaciones que durante este largo periodo han guiado cada uno de mis actos y mis decisiones.

En todo momento he cumplido con mis obligaciones profesionales en el marco de mis atribuciones, con pleno respeto y estricto cumplimiento de la legalidad vigente, sin obtener nunca ningún beneficio ilícito ni para terceros, ni mucho menos para mí.

Ahora bien, siempre he antepuesto los intereses de la Región de Murcia y del Gobierno regional a los míos propios, y por ello he tomado ahora, y ante el inicio de la próxima campaña electoral, esta difícil decisión personal.

Agradezco profundamente a todo el sector agroalimentario, a Ramón Luis Valcárcel y a Alberto Garre la confianza depositada en mí durante todos estos años, confianza a la que siempre he intentado responder con lealtad, honestidad y mi mayor esfuerzo».

De esta manera puso fin Antonio Cerdá a su trayectoria política, que comenzó en el año 1983 cuando fue elegido diputado regional de la entonces denominada Alianza Popular de Juan Ramón Calero. En la Asamblea Regional se mantuvo hasta el año 1991, llegando a ser portavoz del Grupo Parlamentario Popular. En el Parlamento coincidió con Alberto Garre.

En el año 1999, Ramón Luis Valcárcel lo nombró consejero de Agricultura y en ese cargo permaneció hasta ayer, aunque su cese no se hará efectivo hasta que se publique en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM). En estos 16 años, Cerdá ha visto cómo un Gobierno de la nación presidido por José María Aznar aprobaba en el año 2001 el Plan Hidrológico Nacional (PHN) que incluía el tan ansiado trasvase del Ebro. También vio cómo tres años después otro Ejecutivo estatal, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, derogaba el proyecto. Durante esos años, fue uno de los líderes de las movilizaciones de la sociedad murciana contra la política del agua de la ministra socialista Cristina Narbona. Llegó a decir que si el PP volvía al Gobierno de la nación y no recuperaba el trasvase del Ebro, dimitiría, algo que no finalmente no ha hecho Mariano Rajoy, pese a la mayoría absoluta con la que ha gobernado desde diciembre de 2011.

La renuncia del consejero regional cayó como una bomba en la militancia popular de la Región de Murcia, muy sobresaltada estos días por la proximidad de la designación del candidato a la presidencia de la Comunidad en las próximas elecciones autonómicas. Cerdá era uno de los consejeros más queridos por jóvenes y veteranos de las bases del Partido Popular, y así se lo hicieron ver con mensajes de apoyo en las redes sociales. Incluso prepararon un vídeo homenaje con el título «Gracias, Antonio».