La Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia ha desestimado el recurso presentado por el esposo de una paciente que reclamó una indemnización de 150.000 euros por el fallecimiento de ésta, ocurrido pocas horas después de acudir a una consulta médica.

La sentencia afirma que el óbito fue consecuencia del estado de la propia paciente, no de un funcionamiento anormal del servicio público, por lo que no cabe conceder indemnización alguna a cargo de la consejería de Sanidad.

El marido expuso que la paciente había acudido varias ocasiones a la consulta en neumología y oxigenoterapia y que, en la última ocasión, pese a que había empeorado, se le cursó hoja de interconsulta a endocrinología y se pidió una analítica, concertándose otra consulta a corto plazo.