La incertidumbre sobre quién será el candidato del PP a la presidencia de la Comunidad y a las alcaldías de Murcia y Cartagena se prolongará unas semanas más. Por tanto, hasta marzo continuarán los comidas y cenas, los dimes y diretes, y los cuchicheos entre todos los que conforman la familia popular murciana, entre aspirantes al trono, partidarios de unos y de otros, o de simples militantes que se empiezan a poner nerviosos porque no hay un cabeza de lista claro a menos de 100 días para las elecciones.

Mariano Rajoy presidió ayer la reunión del Comité Ejecutivo del PP y no dio pistas sobre las candidaturas que están más en el aire, las de Madrid, Valencia y la Región. En cambio, el presidente del Gobierno inyectó moral entre los suyos, asegurándoles que tiene encuestas favorables y que considera que el empuje de Podemos se está desinflando. Sobre los candidatos, Rajoy hizo honor a su origen gallego, con un dardo a la polémica Pedro Sánchez-Tomás Gómez incluido. «Espero cerrar lo importante tranquilamente. Ya vemos lo que les está ocurriendo a otros», aseguró. También explicó Rajoy un plan de actuación para que los dirigentes autonómicos se centren en las zonas donde hubo una alta abstención en las últimas europeas.

En el Comité Nacional popular estuvo presente el presidente de la Comunidad, Alberto Garre -no fue Valcárcel-, que espera pacientemente la decisión de Génova sobre el candidato de Murcia y se sentó junto a Esperanza Aguirre, otra persona que, con más impaciencia, está a expensas de lo que Rajoy decida para el ayuntamiento de Madrid. En ciertos corrillos políticos murcianos se comentaba en la tarde de ayer que Garre salió de la reunión del Comité Ejecutivo del PP con una sonrisa que podría ser reveladora.

En la rueda de prensa que siguió a la reunión de los dirigentes populares, el portavoz Carlos Floriano, en cambio, lanzó un mensaje que puede resultar esperanzador para Pedro Antonio Sánchez.

Refiriéndose a las posibliidades de repetir del presidente de Melilla, imputado recientemente por el Tribunal Supremo, Floriano señaló que el partido «estudiaría caso por caso» ya que hay «imputaciones e imputaciones», señalando la apertura del juicio oral como la línea que aparta a los políticos de los cargos institucionales y las candidaturas.