Alumnos del colegio de La Merced-Fuensanta y el IES Floridablanca, de Murcia; el IES Pedanías Altas, de La Paca (Lorca); y el IES Los Cantos, de Bullas, van a participar en un estudio pionero sobre el microbioma bucal y su posible relación con el estilo de vida, a través de la toma de muestras de saliva. El proyecto ha sido diseñado por el Centro de Regulación Genómica (CRG) y la Obra Social La Caixa y se pondrá en marcha en septiembre. Participarán de 6.000 estudiantes de tercero de ESO de 40 escuelas de España.

Esta iniciativa de colaboración ciudadana 'Saca la lengua', del que se empezarán a tener conclusiones en un año, pretende descubrir la variedad de microorganismos que viven en la boca, concretamente bacterias y hongos, y determinar si esa variedad está relacionada con alguna características ambiental o con el estilo de vida de los escolares.

Se trata de un viaje de 7.000 kilómetros por diez ciudades españolas, en el que un científico irá tomando muestras en todas las escuelas: «Llevaremos al proyecto bacterias y hongos de toda España, los juntaremos y veremos qué sale de todas ellas», ha explicado el director del Área de Gestión Territorial y Acción Educativa de la Obra Social La Caixa, Xavier Bertolín. «El estudio es muy importante, primero, para conseguir divulgar, y segundo, para estimular que la gente joven se interese por la ciencia y que algunos jóvenes sean científicos en el futuro y contribuyan a cambiar el modelo económico de este país, basado en el ladrillo», ha destacado el director del CRG, Luis Serrano.

«El microbioma es una parte importante de nuestra salud y enfermedad; somos un ecosistema con diferentes nichos, puesto que el microbioma que tenemos en los diferentes órganos es distinto», según el director científico del proyecto, Toni Gabaldón.

Los científicos del CRG han escogido el estudio del microbioma de la boca porque es «punto de entrada del sistema digestivo y vía de entrada de muchos microorganismos», y porque cada vez se ha constatado más la correlación entre las alteraciones del microbioma con enfermedades importantes, como, por ejemplo, que el chicle es foco de hongos y bacterias. También se podría abrir la puerta a un uso terapéutico y, por ejemplo, fabricar chicles con bacterias que combatan la caries.