A partir del próximo mes de septiembre los estudiantes de Secundaria tendrán menos asignaturas, pero algunas con más carga horaria, y materias como el inglés tendrán más peso -con una hora más a la semana en cada curso- mientras que la segunda lengua extranjera, generalmente el Francés, se diluye y pasa de ser obligatoria en primer y segundo curso a quedar con la nueva regulación en una asignatura de libre configuración que se impartirá según el criterio que tenga cada uno de los centros.

Además, como ya estaba previsto, las materias de Música, Educación Plástica y Tecnología pierden aproximadamente la mitad de su horario obligatorio a lo largo de toda la etapa. Como ocurre con el francés, habrá centros en los que el horario se complete con la asignatura de libre configuración.

Estas son, a grandes rasgos, algunas de las conclusiones que se pueden extraer del borrador del decreto de aplicación de la Ley Orgánica de Mejora de Calidad Educativa (LOMCE) en Secundaria que la Consejería presentó ayer a la Comisión de Directores. La ley entrará en vigor en septiembre para los cursos de 1º y 3º de ESO y para 1º de Bachillerato y la distribución horaria es una de las cuestiones que con más interés esperan los docentes para saber la carga de trabajo que podrán tener y cómo se gestionará la organización interna de los centros.

El peso de las troncales en la ESO -Lengua, Matemáticas, Historia, Física y Química, Biología y Geología y primera lengua extranjera- suma cerca de l 70% y con eso, salvo la ampliación de una hora a la semana en Inglés, no hay sorpresas. Veinte de las treinta horas semanales serán para estas asignaturas.

La directora general de Calidad Educativa, Begoña Iniesta, se mostraba ayer convencida de que la propuesta que se ha hecho «recoge muchas de las cuestiones que los propios directores nos habían planteado», en especial con la reducción de materias. Sobre la pérdida de peso de la Tecnología o las Artes, Iniesta quiere dejar claro que la intención de la Consejería ha sido equilibrar los horarios para que siguieran siendo obligatorias al menos en un curso.

«La LOMCE permitía que en las materias específicas diéramos más elección a los centros y eso habría hecho que quizá algunos alumnos no dieran estas materias; de esta manera reciben al menos tres horas durante la Secundaria de Música, Tecnología y Plástica, porque creemos que es necesario. Lo que no podemos hacer es que sean troncales», argumenta Iniesta.

Los directores tienen ahora una semana para estudiar el borrador que les presentó Educación ayer y hacer propuestas de mejora. Raimundo de los Reyes, presidente de la Asociación de Directores y miembro de la Comisión con la que negocia Educación, explicaba ayer que, a simple vista, una de las consecuencias de la nueva distribución «será que habrá muchos profesores que tendrán que impartir materias que no son de su especialidad, y parece que los profesores de Francés se verán bastante perjudicados», algo que puede generar algunos problemas en la distribución de asignaturas de algunos institutos.

Con lo que están satisfechos es con la reducción del número de materias, una medida que para muchos era muy necesaria desde hace tiempo.