El invierno dispara cada año el consumo eléctrico en las viviendas, debido fundamentalmente a la utilización de aparatos calefactores para combatir el frío que funcionan de forma simultánea con otros dispositivos eléctricos como la televisión, los ordenadores, los electrodomésticos, produciendo muchas veces una sobrecarga en la red. Es por este motivo por lo que en estas fechas suelen incrementarse también los incendios en las viviendas, a veces con consecuencias trágicas.

En la Región de Murcia, el fuego se ha cobrado ya seis víctimas mortales en un mes y medio. La última de ellas, un ciudadano de 68 años de edad, impedido para caminar, que residía en una urbanización situada en la pedanía murciana de Gea y Truyols, una zona en la que, en los últimos años y por su cercanía a la costa, proliferaron los complejos residenciales habitados por personas procedentes de otras regiones de España y otros países de Europa.

Era el caso del señor Montalbán, un ciudadano de Madrid que hace años adquirió una propiedad en la urbanización Lo Santiago Hills, que construyó en su día la promotora Trampolin Hills, y allí residía. Pasados 25 minutos de las siete de la mañana, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Comunidad Autónoma recibió una llamada que alertaba de un incendio en una vivienda de la avenida de Los Carros de la urbanización. Hasta allí se desplazaron dos vehículos de bomberos con diez efectivos, así como una Unidad Móvil de Emergencias (UME) para atender a los posibles heridos. Sin embargo, poco pudieron hacer para salvar la vida del inquilino de la casa incendiada, que utilizaba una silla de ruedas.

El fuego, según los bomberos de Murcia, se originó en el salón de la casa, donde se encontraba el cuerpo del hombre «totalmente carbonizado». Las llamas se propagaron por la vivienda, ya que el fuego «arrasó tanto el salón como la cocina», según señalaron a Efe las referidas fuentes de los bomberos de Murcia.

El equipo de investigación de incendios de la Guardia Civil se desplazó también a la zona para examinar la vivienda afectada y recabar pruebas, con el objetivo de determinar con exactitud donde está el origen del fuego.

Según señalan vecinos de la zona, el hijo y la nuera del fallecido residían en una vivienda próxima a la de su padre. El vástago, sin embargo, había partido hacia Cádiz a primera hora de la mañana, cuando el incendio todavía no se había producido.

La nueva víctima mortal se suma a los tres miembros de una misma familia que murieron el pasado 30 de diciembre como consecuencia del incendio de la vivienda que habitaban en el municipio de Cehegín. Maruja López, de 75 años, su hijo Hipólito Plasencia, de 45, y su nieto, Francisco Peñalver, de solo cinco años, perdieron la vida bajo el fuego que se originó en la casa, situada en la calle Santa Clara de la localidad, cerca del Convento de los Padres Franciscanos.

La primera muerte del invierno se produjo en la pedanía lorquina de La Hoya el pasado 3 de diciembre y la víctima fue un hombre impedido de 79 años que estaba solo en su casa de Carretera Nueva cuando ardió la vivienda.

El 16 de diciembre, otro anciano de 82 años con problemas de movilidad falleció como consecuencia del fuego que se generó en la cama contigua a la suya en la habitación de su vivienda, en planta baja, en la pedanía murciana de Los Dolores.

El incendio con víctimas más grave registrado en los últimos años en la Región. Fue en Lorca en agosto de 2003, cuando murieron cinco de los seis miembros de la familia Guijarro González.