Financiación plurianual, deuda y presupuestos fueron probablemente las palabras más repetidas en los discursos de los dos rectores y del presidente de la Comunidad Autónoma, Alberto Garre. Las dos universidades llevan tiempo exigiendo planes de financiación plurianual para poder crecer sabiendo a qué atenerse en el futuro, algo que desde 2011 no han podido hacer. Desde entonces los presupuestos han sido anuales y recortados año tras año. Garre aprovechó su discurso para garantizar que habrá financiación plurianual y que las negociaciones para las nuevas cuentas comenzarán antes de final de año. Eso sí, avisó de que será «un proceso diferente, que se basará en un estudio objetivo y veraz de costes, a través de la contabilidad analítica que va a entrar en funcionamiento en las universidades y que asegurará una financiación básica, en función de los costes estructurales, pero que también estará condicionada al cumplimiento de resultados».

El compromiso de Garre, que aseguró que «no es tiempo de compromisos vacíos, sino de realidades», fue la respuesta a una intervención de los rectores muy reivindicativa. Franco dejó muy claro que la reducción de financiación estaba impidiendo a las universidades avanzar y Orihuela, por su parte, dedicó gran parte de su intervención a demostrar, con tablas, estadísiticas y muchas, muchas cifras, el perjuicio económico que ha sufrido la UMU en los últimos años.

El rector puso gran parte de su empeño en demostrar que los fondos que actualmente recibe la Universidad de Murcia son los mismos que recibía en 2006; hace casi diez años. En este tiempo, la Universidad ha crecido en infraestructuras -que Orihuela detalló con cuidado-y en estudiantes. Una situación, recalcó, insostenible que se suma a la deuda acumulada en los últimos años y que la Comunidad aún está pagando.

Garre, que lanzó mensajes muy claros al rector, admitió que las universidades públicas han sufrido por la complicada situación económica de la Administración, para después sentenciar que han sufrido «en menor medida que en otros sectores y mucho menos que en otras comunidades autónomas».

El presidente manifestó que ahora, «que se ve la luz al final del túnel», hay posibilidades de trabajar «en un escenario nuevo de financiación estable, duradero y sostenible, lejos de la indiferencia del verdugo, sin miedos, pero sin alharacas (...) pues si el miedo nos hace esclavos, las palabras también».

Rector y presidente de la Comunidad hablaron de cooperación y colaboración, pero también se lanzaron más de un comentario que es un aviso a navegantes o que, al menos así fueron interpretados por los asistentes.

Por lo visto ayer en la apertura del curso universitario, la negociación del plan plurianual de financiación se prevé, cuanto menos, entretenida.

Definir qué objetivos hay que tener en cuenta para lograr fondos y cómo se mide su consecución será lo más complejo.