La consejería de Sanidad expresó ayer su conformidad con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de prohibir el cigarrillo electrónico en los espacios cerrados para prevenir la contaminación de fumadores pasivos. «Creemos que se debería tratar en las mismas condiciones que el tabaco, así que estamos de acuerdo con la OMS», comentaron fuentes de Sanidad a este periódico. «El uso del 'e-cig' promueve el hábito de fumar, por lo que se debería restringir», argumentaron.

Asimismo, las mismas fuentes añadieron que «hay un grupo de trabajo del Ministerio que está desarrollando una legislación específica» para regular el cigarrillo electrónico. «Recomendamos a los usuarios de este tipo de cigarrillo que no lo hagan en lugares cerrados por respeto a los no fumadores». Sanidad también reflejó su aprobación para denegar la venta de este producto a los menores de edad. «Estamos pendientes de esta resolución para aplicarla en la Región», zanjaron.

Por otra parte, el representante de los estancos de la Región de Murcia, Jorge López, aseguró que sería una situación «muy normal» que se regule el cigarrillo electrónico y se prohiba en los espacios cerrados, «tal y como se ha hecho con el cigarrillo convencional», y que al fin y al cabo «el 'e-cig' es otra forma de fumar». Además, declaró que debería estar prohibida la venta a los menores: «Lleve o no nicotina, se vende un producto nocivo por las sustancias químicas que contiene y cuyo envase tiene presente la calavera de tóxico», esgrimió.

No obstante, el anuncio del organismo de Naciones Unidas se ha topado con la oposición del sector del ´e-cig´. En consonancia con las declaraciones de la Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (Ance), los propietarios de los establecimientos de vapeadores electrónicos también expusieron su rechazo a la recomendación de la OMS. Así se mostró José María Cristóbal, que regenta una tienda en Murcia. «Creemos que es una falsa alarma, porque estamos convencidos de los beneficios del cigarrillo electrónico», aseveró. «Hay estudios que avalan que se trata de un método alternativo para que los fumadores abandonen el tabaco, o al menos para que reduzcan la cantidad diaria», indicó este vendedor de 'e-cig'. «Debería estar regulado, pero no estamos de acuerdo con que se tenga que prohibir en espacios cerrados», dijo.