El presidente y representante legal de la Comisión Islámica de España, con sede en Murcia, Mounir Benjelloun, ha hecho pública una carta dirigida al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón. El objetivo de la misiva, según se explica en ella, es «la equiparación en el reconocimiento simbólico y legal de los derechos de los descendientes moriscos andalusíes y sefardíes». En este sentido, la institución ofrece su colaboración en las tareas de identificación y localización de los descendientes de las familias expulsadas de España en 1603.

Por su parte, el líder de la Comisión solicita en su carta «la cesión de un inmueble público», que tendría como sede la CIE, con el objeto, argumenta, de «dignificar la representación del Islam en España. Además, Benjelloun asegura que ya se han puesto en marcha hasta 12 comisiones de trabajo, en las que han colaborado hasta un centenar de personas, expertas en ámbitos legales, históricos, científicos y técnicos.

A ellos, se han sumado un buen número de reconocidos intelectuales también de diversos campos, especialmente relacionados con la investigación histórica, la educación, la formación y la asistencia religiosa.

La intención del presidente es hacer ver a los representantes gubernamentales «el proceso activo de democratización del asociacionismo islámico en España», de ahí que se dirija tanto a Rajoy como al ministro Gallardón, cuyo departamento es el encargado de reconocer los derechos efectivos de estos ciudadanos.

Se trata de una mano tendida por parte de Benjelloun, que habla de cooperación con el Estado y de «garantizar un modelo de financiación que restablezca el equilibrio entre confesiones». En opinión del líder de esta Comisión Islámica, el documento creado en 2005 para colaborar en las actividades de los musulmanes en España, la fundación Pluralismo y Convivencia, que, a priori, focaliza su objetivo en la promoción de la diversidad, «se encuentra muy lejos de atender las necesidades objetivas del Islam en España».

Benjelloun, en los últimos 20 años, «el Islam español ha crecido y madurado, y se encuentra en condiciones y disposición de ofrecer y desarrollar una cooperación efectiva con las administraciones públicas, ayudando a nuestro país sus lazos con el mundo árabe y musulmán, aportando nuevas visiones», remarca. El también representante de la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI) concluye diciendo que de dicha cooperación se puede ver beneficiada también el conjunto de la sociedad española.