Miguel Ángel Ródenas, presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, define el año hidrológico que hoy acaba con dos palabras: «Realmente extraordinario». Y no es para menos, porque en los últimos doce meses hemos visto cómo por primera vez en la historia el pantano de la Fuensanta en la cabecera del río llegaba al cien por cien de su capacidad e incluso fue necesario desembalsar agua al pantano del Cenajo, que también, por primera vez en la historia, llegó a su máximo de capacidad. Como consecuencia de esto, las reservas están más altas que nunca y garantizan tranquilidad para el abastecimiento para el próximo año y, con casi total seguridad, para el siguiente.

Y todo esto se ha dado en un año en el que paradójicamente no ha llovido mucho más de lo normal de hecho la media de precipitaciones de los últimos diez años es de 322,3 litros por metro cuadrado y en este año hidrológico el registro ha sido de 325,3 litros por metro cuadrado. La gran diferencia con respecto a otros años es que «ha llovido donde tenía que llover, en la cabecera del Segura; además la nieve ha sido muy positiva», explicaba ayer Ródenas. La frase «por primera vez en la historia» es repetida varias veces por el presidente de la Confederación cuando hace balance. Y es que otra de las cosas nunca vistas es que este año «todos los regantes de la cuenca pudieron disfrutar de lo que llamamos un riego universal; un riego extraordinario gracias al agua que hubo que desembalsar del Cenajo», apunta. Fue en esos días cuando se vieron imágenes como las del río Segura a su paso por la ciudad de Murcia a rebosar; una estampa que muchos murcianos no eran capaces ni de recordar.

La buena localización de las precipitaciones ha hecho que ahora mismo el volumen de almacenamiento de agua en la cuenca sea de 763 hm3, cifra que supone que los embalses están al 70% de su capacidad máxima. Esto garantiza, según el presidente de la CHS, que no habrá problemas para abastecimiento este año y que, probablemente, tampoco los habrá el próximo. ¿Y más allá que ocurrirá? Pues por ahora es difícil saberlo. No hay previsiones concretas para este año hidrológico, aunque la lógica dice que no volverán a darse las mismas circunstancias extraordinarias, sobre todo porque «la cuenca del Segura es muy irregular».