Inmaculada García (Águilas, 1962) ha sido nombrada esta semana presidenta de la sociedad pública estatal Loterías y Apuestas del Estado. Se puede decir que le ha tocado la 'lotería', comparado con los anteriores cargos que ha ocupado, ya que esta inspectora de Hacienda se ha acostumbrado en los últimos años a trabajar entre dificultades.

Primero, cuando fue consejera de Economía y Hacienda en el Gobierno de Ramón Luis Valcárcel (2003-2011), y le tocó aprobar el primer 'tijeretazo' a los empleados públicos regionales con la ya célebre Ley de Medidas Extraordinarias para la Sostenibilidad de las Finanzas, que puso en pie de guerra a los funcionarios en los últimos días de 2010 y principios de 2011.

Otro 'marrón' más reciente que le tocó fue el de ser la Comisionada para la Reconstrucción y Recuperación Económica de Lorca tras los terremotos que asolaron la ciudad el 11 de mayo de 2011. Dos puestos en los que, a priori, se puede hacer cualquier cosa menos amigos.

Pero su trabajo en Lorca, que ha durado un año y medio, la ha dejado especialmente satisfecha. Asegura que lo ha hecho tan bien que en 18 meses ha cumplido con creces la función que se le encomendó en marzo de 2012. «El barrio de La Viña, el más afectado por los seísmos, está lleno de grúas. Todas las viviendas que tuvieron que reconstruirse están en obras y el Plan Lorca es una realidad. Mi cometido era coordinar a todas las administraciones, y cada una tiene ya la hoja de ruta marcada con lo que tiene que hacer», asegura García.

Ahora deberá desplazarse a Madrid para ejercer su nueva función, mucho más amable que las dos anteriores. Preside una sociedad pública que mueve mucho dinero y que aporta grandes cantidades de dinero al Estado. Afirma que no llega con la misión de privatizar este organismo, pese a la vocación liberal del Ejecutivo de Mariano Rajoy, y se encargará este año de organizar el Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad, el próximo 22 de diciembre. «Juego a la lotería, como todo el mundo», reconoce la aguileña, licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Madrid.

Junto a la economía, una de sus pasiones es la agricultura, y especialmente el tomate, que se cultiva mucho en su tierra natal. Dicen de ella que es capaz de nombrar un sinfín de variedades de tomate por su forma, color y sabor. También destaca de ella su fuerte carácter. Valcárcel la bautizó como 'Miss Not', por la disciplina que imprimía a las cuentas de la Comunidad Autónoma cuando fue nombrada consejera de Hacienda en 2003, sustituyendo a Juan Bernal, quien curiosamente volvió al puesto a los meses de la marcha de García. «Hay un momento que estás sola ante los demás consejeros. Su obligación era pedir y la mía era no dar», señaló en una entrevista a este diario.

También es madre de tres hijos. Compaginar la vida familiar con la laboral siempre fue una de sus principales preocupaciones. En la referida entrevista publicada en LA OPINIÓN, afirmó que era mucho más difícil ser madre que ser consejera de Hacienda, «porque no hay un manual que diga cómo se mide el éxito o el fracaso en la educación de los hijos».