El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), José Manuel Claver, avanzó ayer que la fecha tope para la aprobación del Memorándum en defensa del Trasvase Tajo-Segura ­-que el Gobierno central suscribirá con la Comunidad Valenciana y Murcia- es el 15 de octubre, aunque cree que «debe de estar terminado y ultimado antes del 12 de octubre».

No obstante, explicó en declaraciones a Onda Regional que no se creerá nada hasta que no lo vea publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), porque «estas cosas de los políticos son tan extrañas y sufren tantas veleidades y tantas cosas raras». Además, advirtió de que los regantes «no hemos tirado la pancarta todavía».

José Manuel Claver recuerda que en las últimas semanas se han celebrado reuniones encaminadas a mejorar el texto del Memorándum, pero «a escala más sintáctica que de otra manera». Admite que ha habido también «peticiones de otra manera que a nosotros no nos ha parecido bien. Por eso digo que Castilla-La Mancha siempre ha estado sobrevolando» sobre el documento.

Además, explica que en estos encuentros se han abordado «cuestiones de técnica jurídica» que se están barajando como, por ejemplo, cómo se va a estructurar el Memorándum, si en norma con rango de ley o de otra manera.

El responsable del Scrats considera que para primeros de octubre «esto tiene que estar ultimado y tiene que haber una solución que tiene que tener nuestra conformidad».

Claver celebró que, en esta ocasión, se ha brindado a los regantes «una posibilidad de llegar a este acuerdo y un consenso, cuando siempre se nos había tratado, un poco, como de segunda fila, y en esta ocasión se nos ha valorado, eso hay que decirlo».

De todas formas, José Manuel Claver puntualizó que «una cosa es que se valore a los regantes y que se sea consecuente con lo que se ha firmado, y otra cosa es que se nos haya ninguneado o aprovechado para tenernos calladitos. Eso, por nuestra parte, no lo vamos a consentir de ningún modo».

Recordó que si no se cumpliera lo que está previsto, el Sindicato «no aceptaría ningún tipo de componenda y volveríamos a nuestros orígenes, por decirlo de algún modo, es decir, volver a una confrontación que no queremos». «Si nosotros hemos jugado limpio, hemos actuado de buena fe y con un ánimo constructivo de poner fin a un proceso absurdo que perjudica, además, la vertebración de España y que no tiene el menor sentido, lo que no puede ser es que se nos haya utilizado», advirtió.