El PSOE e IU-V han recriminado hoy al consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, su "cambio de postura" sobre al considerar este positivo el acuerdo sobre el trasvase Tajo-Segura, que aumentará las reservas en cabecera a 400 hectómetros cúbicos, cifra que antes consideraba mortal para el canal.

El diputado socialista Manuel Soler ha señalado ante el pleno de la Asamblea Regional de Murcia tras la intervención de Cerdá que hace apenas un año el presidente autonómico, Ramón Luis Valcárcel, se reunió con el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, para transmitirle que no aceptaría ese aumento en las reservas desde los 240 en vigor.

En su opinión, como consideraban entonces los dirigentes del PP, esa cifra "supondrá la muerte del trasvase", ya que la Región ya tuvo dificultades para recibir agua en algunos períodos, a pesar de que las reservas mínimas necesarias para desembalsar actualmente se sitúan muy por debajo.

En esta "guerra del agua", ha dicho, "sí habrá perdedores, los de la cuenca del Segura", que verán como el Ejecutivo "cede" en sus pretensiones y olvida las costosas campañas del "Agua para todos", con las que "el PP recogió una buena cosecha en votos sin tener que plantar ni sembrar".

Soler ha recordado que el trasvase comenzó con unas reservas en cabecera establecidas en 200 hectómetros, que aumentaron hasta los 240 actuales durante el Gobierno del PP presidido por José María Aznar y volverán a subir ahora con el encabezado por Mariano Rajoy.

El memorando no será más que un "sedante" que el Ejecutivo pone a los ciudadanos "para que se calmen hasta que pase la tempestad", que tendrá nefastas consecuencias, según Soler.

Más allá ha ido el portavoz de IU-V, José Antonio Pujante, que ha pedido la dimisión de Cerdá por "dignidad" y porque, en su opinión, "ha fracasado en sus propósitos sobre el agua" y "esconde ahora la cabeza bajo el ala" ante propuestas a las que anteriormente se oponía con firmeza.

Además, ha recordado que en la anterior legislatura, el consejero declaró que dimitiría si con un gobierno del PP no se ponía en marcha el trasvase del Ebro, algo que no ha ocurrido a pesar de la mayoría absoluta de ese partido en España y en la región murciana.

Por otra parte, ha lamentado el "secretismo" que a su juicio envuelve al memorando, que apenas se ha conocido por pinceladas en la prensa, pero que no se ha hecho público y se desconoce si se elevará a ley de forma completa o solo en parte.

La posición de su partido es "no fijar ninguna cantidad de reserva en los embalses de cabecera", sino variarla anualmente en función de las necesidades y la climatología de cada período para evitar situaciones "absurdas", como de recibir agua del trasvase en épocas en las que no es necesaria.

Por el contrario, el diputado del PP Alberto Garre ha considerado que el memorando supone una "oportunidad histórica" para "fijar definitivamente por ley el trasvase" y sacar la aprobación de los volúmenes correspondientes de la confederación hidrográfica del Tajo.

Con este documento ganará la Región de Murcia, pero también Castilla-La Mancha y España en su conjunto, ya que establece principios de solidaridad entro los territorios del país, ha dicho.

Entre las ventajas del memorando, ha destacado la menor burocratización para que los territorios puedan comprar agua a las zonas en las que haya excedentes, una opción que beneficia tanto a Castilla-La Mancha como a Murcia.

Además, supondrá otras ventajas como el no detraimiento de las cantidades evaporadas durante el recorrido del trasvase o de los volúmenes procedentes de las desalinizadoras, que compensan las medidas negativas como el aumento a los 400 hectómetros, por lo que el memorando "resucita" un trasvase que estaba muerto, ha concluido.