La amiga de Juan Cuenca, María Rosa Vázquez, imputada por su implicación en el crimen de la pareja de holandeses, Ingrid Visser y su pareja Ludewijk Severin, declaró, a finales de junio ante el Juzgado de Instrucción número 5 de Molina de Segura, sentirse «engañada» y «tonta».

También, indicó que nunca sospechó nada raro que le hiciera desconfiar de Cuenca, que no pudo denunciar hasta no sentirse a salvo y que cuando dijo a la policía que los holandeses estarían «muertos y enterrados» era porque sospechaba que no les había podido pasar nada bueno, pero que Juan nunca le dijo nada y que cuando le pidió explicaciones en la conversación telefónica, éste se limitó a decirle que con ella no iba.

Según la investigación, María Rosa llevó en su coche a los holandeses, a los que no conocía, hasta la casa rural. Al día siguiente, 14 de mayo, recibió un ‘whatsapp’ de Cuenca preguntándole si tenía una motosierra, herramienta que no le entregó. El día 21 supo de la desaparición de los holandeses, y al comentárselo a Cuenca, éste le respondió «contigo no va la cosa». A partir de entonces sintió miedo y huyó de Murcia. Pero el 25 de junio, un mes después, se acercó a una comisaría a contar lo que sabía.

Por otro lado, Juan Cuenca dijo en su primera declaración en la Jefatura Superior de Policía de Murcia que no tenía conocimiento de ningún negocio entre el propietario del desaparecido Club Voleibol Murcia, Evedasto Lifante, y el propio Severín, a excepción del dinero que el asesinado reclamaba al empresario por la deuda que tenía contraída con Visser, ex jugadora del equipo. Además, explicó que Lifante tenía problemas fiscales y que Hacienda le reclamaba 6 ó 7 años de prisión.

Tras el levantamiento del secreto de sumario, el Juzgado Número 5 de Molina de Segura que investiga el caso ha citado para los días 23 y 24 de septiembre a 5 de los 6 imputados. El lunes día 23 será a María Rosa, Serafín y Valentín; al siguiente día le tocará a Cuenca y a Constantin. El único que no ha sido citado ha sido Evedasto Lifante, pero cuya defensa sí podrá interrogar al resto.

Analizan la tierra de una azada

La Policía Científica analiza restos de la tierra adherida a una azada hallada en el maletero del coche de uno de los presuntos implicados en el doble crimen de la jugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y su pareja, Lodewijk Severein, por si coinciden con la del huerto en el que fueron enterrados en Alquerías, propiedad de Serafín de Alba, también en prisión preventiva por estos hechos.

Además, los laboratorios centrales en Madrid analizan también el ADN de dos colillas de cigarrillo recogidas por agentes de Murcia de la repisa de la chimenea de la casa de rural de Molina de Segura donde presuntamente fue asesinada la pareja holandesa.