El Consejo de Gobierno aprobó ayer el contrato-programa del servicio público de comunicación audiovisual 2014-2016, que regirá durante los próximos tres años el funcionamiento de los servicios públicos de radio y televisión. En concreto, según especificó el vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda, Juan Bernal, para la radio, la Comunidad contratará a la empresa pública empresarial Radiotelevisión de la Región de Murcia (RTRM) para la realización de la producción y difusión de Onda Regional y Onda Regional Música, a través de sus emisoras de FM e Internet.

En cuanto a la televisión, el contrato-programa recoge las características y condiciones que debe cumplir el servicio, que debería entrar en funcionamiento en 2014. Así, establece la emisión de un mínimo de 42 horas semanales de servicio público, en las que se incluyen los informativos y los eventos más relevantes de la Región. Además, indicó Bernal, el gestor privado estará obligado a la coproducción o encargos de producción a empresas regionales para la programación de tipo divulgativa y de entretenimiento.

Con ello, la Comunidad pretende, con menos de un tercio del coste del anterior modelo (12 millones de euros frente a los 36 etapa anterior), «recuperar el empleo en el sector audiovisual regional, mediante la participación de un gran número de empresas en la producción televisiva», afirmó Bernal. De esta forma, el contrato-programa va más allá de lo ya establecido en el Mandato Marco aprobado el pasado mes de marzo en la Asamblea Regional, «que fijaba que un 25% de la inversión pública debía redundar en las empresas independientes de la Región».

Por otra parte, el documento establece como objetivos que la radio y la televisión públicas sean «el referente de los ciudadanos para informarse de los temas de proximidad, tanto en el ámbito regional como local», así como que el coste del servicio público sea inferior a 10 euros por habitante y año, el más bajo de cualquier ente público autonómico. En cuanto a los contenidos, se pone el acento en la programación informativa, que deberá ser «plural, objetiva y separada de cualquier sesgo político».