Las bolas chinas no son sólo un juguete sexual sino que también pueden usarse como un tratamiento casero para fortalecer el suelo pélvico. Para mantener los músculos tonificados es preciso ejercitarlos y no sólo por una cuestión estética sino también por salud. El suelo pélvico es una zona a la que apenas se le presta atención, de ahí que los fisioterapeutas murcianos quieran poner el acento sobre su cuidado en el Día Mundial de la Fisioterapia, para el que han organizado una jornada de conferencias el próximo sábado.

El uso de las bolas chinas permite ejercitar esta zona, lo que es beneficioso antes de quedarse embarazada, durante la gestación y después del parto, según explicó ayer la fisioterapeuta Fabiola Remiro, que participará en las jornadas con una charla. La especialista detalló que es bueno usarlas antes del embarazo como prevención, ya que utilizar estas bolas, que tienen un peso dentro, hace que la musculatura trabaje.

Además, a la hora del parto ayuda en la dilatación, teniendo en cuenta que los músculos están más ejercitados. A la vez que indicó que «un músculo con suficiente tono ayuda a expulsar al bebé» y llamó la atención sobre la recomendación de no usarlas en los embarazos de riesgo. Remiro también destacó que se trata de un método eficaz para prevenir la incontinencia urinaria, un problema que suele aparecer después de un parto o a edades más avanzadas.

La fisioterapeuta, que presentó las actividades previstas para el sábado junto al decano del Colegio, Pedro Marín, consideró que «las bolas chinas son como un tratamiento domiciliario, sencillo y económico, para tratar el suelo pélvico, incluso cuando se ha sufrido un trauma en la zona, como un aborto o un legrado».

En cuanto al modo de uso, las bolas chinas se pueden utilizar a cualquier edad y el tiempo no está limitado, aunque se recomienda ponérselas entre quince minutos y una hora al día. Fabiola Remiro dijo que lo importante es usarlas cuando se va a estar en movimiento, ya que no sirve de nada si se está sentado viendo la televisión. Hay que tener en cuenta que se trata de dos bolas que tienen otras dentro de mayor peso que, al moverse, provocan un movimiento vibratorio que hace que los músculos se contraigan, ejercitándolos.