­El Defensor del Pueblo de la Región de Murcia, José Pablo Ruiz Abellán, recomienda a la consejería de Sanidad y Consumo, ante situaciones especialmente difíciles y delicadas, que modifique las prácticas actuales, garantizando una atención sanitaria más personalizada y la protección de la intimidad de las pacientes. Y es que, según se explica en una resolución a la que ha tenido acceso Europa Press, en octubre de 2009 se registra la entrada en esta Defensoría de una queja promovida por un matrimonio en la que se denuncia la falta de consideración en la atención proporcionada por el personal facultativo del servicio de Ginecología y Obstetricia del hospital Virgen de la Arrixaca con motivo del nacimiento y posterior muerte de su hija.

En su escrito de queja, los reclamantes relatan una presunta deshumanización en la prestación del servicio sanitario y su desidia, lo que se traduce en una mala asistencia sanitaria, al mismo tiempo que denuncian la falta de protocolos de actuación, el nulo interés por estudiar los errores y adoptar medidas para evitarlos en el futuro.

Más de un año después de la primera solicitud, la consejería de Sanidad envía el informe emitido por la facultativo especialista de área del servicio de Ginecología; informe emitido por la matrona que asistió al parto e informe emitido por el facultativo especialista en anestesiología y reanimación.

El Defensor del Pueblo se centra en la presunta falta del necesario trato humanitario recibido durante la estancia de los interesados en la Arrixaca en el momento de dar a luz a su hija. En este sentido, recordó el artículo 28 de la Ley 16/2003, que establece que las comunidades autónomas garantizarán la calidad de las prestaciones, y abordarán actuaciones para la humanización de la asistencia.

Aunque señala que la dirección general de Planificación, Ordenación Sanitaria y Farmacéutica e Investigación de la consejería de Sanidad está desarrollando el Proyecto de Atención al Parto Normal. Con este proyecto la Consejería y el Servicio Murciano de Salud se han marcado el objetivo fundamental de asegurar una atención sanitaria de excelencia a las mujeres durante el parto, más personalizada y humanizada y centrada en la participación de las mujeres durante todo el proceso.