Ramón Luis Valcárcel desveló ayer el contenido de la libreta azul que pasea desde hace semanas y en la que ha estado diseñando las claves del Gobierno con el que iniciará su quinta legislatura al frente del Gobierno de la Comunidad Autónoma. Este nuevo ejecutivo tendrá dos consejerías menos, de diez se pasa a ocho, y, según aseguró Valcárcel, no será un gobierno de tránsito hasta las elecciones generales como se ha estado especulando. «Espero que no se vea alterado» por los comicios, dijo en una rueda de prensa en el Palacio de San Esteban tras la celebración del último Consejo de Gobierno de la legislatura.

En el nuevo organigrama la consejera de Sanidad, María Ángeles Palacios, asumirá también Política Social, mientras que Manuel Campos, actualmente de Justicia, gana las competencias de Presidencia en la nueva consejería de Interior y Presidencia. Esta reducción de carteras deja fuera del Ejecutivo a María Pedro Reverte, actual titular de Presidencia, y Joaquín Bascuñana, que estaba al frente de Política Social. Tampoco seguirá Inmaculada García, titular de Economía y Hacienda. Según aseguró Valcárcel en la comparecencia, fue ella misma la que le pidió el mismo jueves por la noche «un respiro» después de haber «dado lo mejor de sí misma y haber estado al pie del cañón las 24 horas del día durante una época de dificultades».

La marcha de García provoca movimientos para otros consejeros que siguen. Salvador Marín, actual titular de Universidades, Empresa e Investigación, asumirá Economía y Hacienda, la que será «la madre de todas las consejerías» durante la próxima legislatura, que Valcárcel auguró dura para quien ha de manejar las cuentas de la Comunidad.

En este baile de carteras, José Ballesta, consejero de Obras Públicas, asumirá la de Universidades, Empresa e Investigación. Él tendrá también las labores de portavoz del Gobierno, toda una sorpresa teniendo en cuenta que es la primera vez que no será responsable de Presidencia el encargado de despachar con los medios de comunicación tras cada Consejo de Gobierno. El puesto que deja Ballesta será ocupado por la única cara nueva del Ejecutivo: Antonio Sevilla, actual decano del colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Constantino Sotoca seguirá al frente de Educación, Formación y Empleo; mientras que Antonio Cerdá gestionará Agricultura y Agua una legislatura más. Lo mismo ocurre con Pedro Alberto Cruz, que mantiene todas sus competencias en Cultura, Deporte y Turismo.

Se trata de un Gobierno, explicó Valcárcel, que tendrá que trabajar «más con menos recursos» pero que la situación económica actual de la Región exigía tener «este gesto» que hiciera llegar a los ciudadanos la idea de que el Gobierno regional es consciente de las dificultades económicas. El presidente, todavía en funciones, se mostró convencido de que su Gobierno «tiene peso específico y mucha personalidad» con «un equilibrio» entre personas de perfil técnico y otros más políticos. Además, garantizó que lo ha diseñando sin recibir «presiones ni sin tener en cuenta prioridades personales»

«Se pasa mal»

Minutos antes del comienzo del último consejo de Gobierno de la legislatura Ramón Luis Valcárcel fue comunicando uno a uno a todos los consejeros su nueva situación. Las reuniones duraron apenas unos minutos y el presidente confesó que le resultó especialmente duro comunicar a María Pedro Reverte y a Joaquín Bascuñana que no contaba con ellos en su nuevo proyecto. «A veces cuesta mucho trabajo decirle a alguien no sigues. Me cuesta un dolor y casi lo pasa peor el que da la noticia que el que la recibe y acaban consolándome a mi», relató el presidente, que reconoció que durante las últimas semanas había hecho muchos tachones y arrancado algunas hojas de esa libreta azul en la que ha estado preparando su Gobierno. Valcárcel comentó que ambos reaccionaron con «elegancia y señoría» ante la noticia y anunció que contará con ellos para seguir trabajando en otros puestos. Sobre el futuro de María Pedro Reverte no adelantó nada, pero sí que confirmó que Bascuñana podría ser propuesto como senador.

A partir de ahora Valcárcel trabajará en el ensamblaje de las nuevas consejerías, aunque eso será dentro de unos días, porque confesó que el debate de investidura y las decisiones de su nuevo Gobierno le han dejado «exhausto».