Sheeba Baddi lleva más de la mitad de su vida ligada a los proyectos de la fundación Vicente Ferrer. Ella es una de las miles de personas que se beneficiaron y benefician de la labor del español en la región india de Anantapur y ahora trabaja para seguir contribuyendo al desarrollo de la zona. Hoy dará una conferencia en Murcia.

Trabaja usted como enlace entre los socios españoles de la Fundación, entre otras cosas, traduce usted las cartas de los niños a sus padrinos y viceversa. Algunas deben ser sobrecogedoras.

Algunas de esas cartas tocan el corazón. Los niños sienten a sus padrinos como alguien de su familia. Les cuentan lo que han estudiado, las novedades en su familia y las pequeñas cosas que les ocurren. ¿Cuántos niños apadrinados tiene la fundación?

Ahora hay 136.000 niños, pero de ese dinero se benefician sus familias y toda la comunidad. Gracias a la ayuda que llega desde España las castas más bajas tienen acceso a la educación y la sanidad. Ahora están llegando los primeros niños a la universidad, tenemos 600 estudiando, muchos de ellos medicina. Cuando Vicente Ferrer llegó 1969 las castas pobres pensaban que la educación no era para ellos y ahora lo sienten como un derecho.

Anantapur debe ser un lugar muy diferente hoy del que era cuando Vicente Ferrer llegó.

Las historia de Anantapur no sería la misma sin él. Empezó ayudando a unos pocos pueblos y después fue ampliando la zona. Ahora hemos empezado a trabajar en una región vecina para seguir con su filosofía de llegar a cuantos más pobres mejor.

Esta tarde hablará de los nuevos proyectos. ¿Cuáles son?

Este año construiremos dos centros de acogida para niños con Sida, estamos construyendo embalses para poder conservar cada gota de lluvia que cae y tenemos un proyecto para mujeres contra la violencia de género.

Además de apadrinando a un niño, ¿cómo más se puede colaborar?

Se puede aportar dinero a los proyectos concretos. Todo está en la página web: www.fundacionvicenteferrer.org.

Son muchos los que tienen miedo a que el dinero que donan se gestione mal.

Vicente siempre decía que había que invitar a todos a que vinieran a la India para ver el trabajo. Todos pueden hacerlo.