El propietario de la plaza de toros de Jumilla donde el pasado jueves murió un niño de 14 meses prestó ayer declaración en el cuartel de la Guardia Civil que instruye las diligencias sobre el fallecimiento del pequeño. El responsable de la plaza de toros portátil, el murciano Juan Correa, aportó a los investigadores de la Benemérita los documentos que acreditan que la plaza de toros cumplía con la normativa legal, según indicaron fuentes del Cuerpo. El atestado policial será trasladado al juzgado de instrucción en unos días, cuando los agentes hayan interrogado a los padres del niño fallecido, para que cuenten su versión de lo ocurrido.

El empresario taurino apuntó que el fallecimiento del niño «ha sido una negligencia del padre, él es el responsable», y detalló que «de la plaza no se rompió nada, el crío no se cayó desde la grada porque una tabla se partiera, sino porque al padre se le resbaló de las rodillas cuando Puerta sufrió la cogida». Correa aseguró a esta redacción que «todos los certificados necesarios para instalar la plaza portátil estaban en regla, y una vez montada, superó las revisiones técnicas».

Fuentes de la Comunidad Autónoma, organismo encargado de realizar la inspección técnica de la plaza de toros antes de la corrida –junto a los arquitectos del ayuntamiento donde se haya instalado la plaza de toros portátil–, aseguraron a esta redacción que «el recinto instalado en Jumilla y el festejo taurino contaban con el visado técnico en regla, que incluye todos los certificados sanitarios y de seguridad, así como la vigencia del seguro de responsabilidad civil, que cubre este tipo de incidentes».