El Teatro Romano de Cartagena ha conquistado a Álex de la Iglesia hasta el punto de que lo ha convertido en «un personaje más y fundamental» en la trama de La chispa de la vida y que le ha llevado a la readaptación definitiva del guió original. «En ningún momento ocultamos en la narración que estamos en Cartagena, sino todo lo contrario», destacó. El cineasta, que ya se interesó por el monumento hace 15 años, requería de un graderío para muchas escenas y, aunque, en un principio se pensó recrearlo en un estudio, le sugirieron que usara el Teatro de Cartagena. Y no se arrepiente. Ayer se deshizó en elogios hacia la ciudad portuaria. «Es una delicia rodar aquí», dijo, aunque no ocultó los pequeños problemas que surgen por rodar de madrugada. «Me alojo en un hotel junto a futbolistas daneses y noruegos y se quejan del frío de Cartagena», resaltó Salma Hayek, mientras que José Mota desveló que al estar todo el rodaje quieto y tirado en el suelo, le han puesto calefacción por «la tremenda humedad».

El otro enemigo del equipo son las gaviotas. «Primero llega una pareja y cuando estás en el mejor momento, cuando la toma la van a clavar aparecen cientos con sus graznidos», bromeó De la Iglesia.

Pese a todo Cartagena y su principal reclamo turístico llegarán a las pantallas de todos los cines españoles a mediados del próximo mes de octubre, según el productor de La chispa de la vida, Andrés Vicente Gómez, quien anunció que se programará un preestreno en salas cartageneras.