El fiscal que investiga la trama de corrupción del caso Limusa solicita una pena total de nueve años de prisión para el diputado regional Bartolomé Soler, en la actualidad en el Grupo Mixto, tras abandonar el Grupo Socialista. Además, la Fiscalía pide que pague una multa de 499.266 euros y pide que esté inhabilitado para ocupar un cargo público durante veinte años.

Para la Fiscalía, Bartolomé Soler, –consejero delegado de Limusa al tiempo que concejal de Empresas Públicas–, es autor de los delitos de falsedad en documento oficial, malversación de caudales públicos (no computable a efectos de condena porque el primer delito se considera más grave y absorbe a éste), y uno continuado de prevaricación.

El que fuera director de Limusa, Francisco Gil Eguino, se enfrenta según la petición del fiscal, a doce años de prisión, dieciséis de inhabilitación para cargo público y una multa de 1,263.621 euros. Todo ello, para responder de los delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y falsedad en documento oficial.

Por su parte, el ex alcalde socialista de Lorca y presidente del Consejo de Administración de Limusa, Miguel Navarro, se libra de petición de pena de prisión del fiscal por el delito de malversación de caudales públicos. Si la acusación particular solicitaba para Navarro una pena de cuatro años, seis meses y un día de prisión por considerarlo autor de este delito, el Ministerio Fiscal no solicita ningún año de prisión al ex alcalde por considerar que el delito ha prescrito. Sin embargo, el fiscal pide nueve años de inhabilitación para cargo público y una indemnización de 388.619 euros para el Ayuntamiento.

En relación a esta presunta malversación, el fiscal admite que Navarro «presentó con cargo a Limusa facturas por comidas en restaurantes, aceptando el irregular procedimiento de cobro en metálico, pudiendo ser que algunas comidas fueran innecesarias para la gestión de Limusa». Pero, «dada la escasa cuantía de los gastos del año 2003, sin superar los 4.000 euros, la responsabilidad penal se considera prescrita» y el ex alcalde se libra de la petición de prisión del Ministerio Fiscal.

El escrito de la Fiscalía relata en sus casi sesenta páginas que Soler consintió y se lucró de la trama de la empresa municipal de limpieza, participando en comidas y viajes innecesarios para la gestión de Limusa que eran pagadas con dinero público. Así, en las conclusiones provisionales del fiscal, se detalla que Soler viajó, junto a Gil Eguino, a ver partidos de fútbol a Madrid y Barcelona, y que gastó más de 35.000 euros en comidas durante cuatro años. También se le achaca haber permitido a Gil Eguino utilizar los medios de la empresa municipal para la gestión de sus negocios privados.

Además de los gastos ilícitos e innecesarios en comidas, viajes, móviles y otros objetos electrónicos, el fiscal mantiene que, sabiendo que era ilegal, «adoptaron decisiones de aprobación de los presupuestos de Limusa», haciendo alusión a que inflaban estas partidas con salarios muy elevados. Estos presupuestos se remitían luego al Ayuntamiento, habiéndose previamente firmado por los tres procesados mencionados. En el Consistorio, el ex alcalde Miguel Navarro se encargaba de aprobarlos (ya los había firmado como presidente del Consejo de Administración de Limusa), ya que, según el fiscal, «obviamente no iba a ir en contra de sus propios actos».