La reunión que ayer mantuvieron el presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, y los sindicatos que representan a los 55.000 funcionarios de la Administración regional ha abierto la puerta del diálogo después de 35 días de conficto, aunque los interlocutores admiten que el acercamiento no va a ser fácil. Los dirigentes de las organizaciones sindicales ven «difícil el acuerdo» y «enormes las distancias» que separan a ambas partes, según apuntó el secretario general de Comisiones Obreras, Daniel Bueno, pero reconocen que el Ejecutivo regional se muestra dispuesto a hacer un esfuerzo para «cambiar la situación». Ambas partes han quedado emplazadas para volver a reunirse mañana, jueves, con el propósito de que en el plazo de diez o doce días pueda alcanzarse un acuerdo.

La entrevista de Valcárcel con los ocho sindicatos que integran el comité de crisis -CC OO, UGT, SATSE, ANPE, CSI.F, Sterm-Intersindical, SAE y SIDI- estaba convocada a las cuatro de la tarde y terminó pasadas las seis, a la hora en que debía iniciarse la manifestación contra la Ley de Medidas Extraordinarias aprobada en diciembre, que ha supuesto recortes salariales y la ampliación de la jornada laboral para el personal de la Comunidad Autónoma.

Tras la reunión, CC OO, UGT y CSI.F mostraban su disposición a conseguir una modificación de la Ley aprobada por el Gobierno regional con el propósito de recortar 300 millones de euros en el gasto de la Administración regional durante el año 2011, mientras que ANPE y SATSE mantenían la necesidad de suspender su vigencia mientras se negocia.

El consejero de Educación, Formación y Empleo, Eduardo Sotoca, que fue el encargado de convocar a los representantes sindicales y que ayer acompañó a Valcárcel en el este primer encuentro, dejó claro que el texto legislativo aprobado por la Asamblea Regional no puede derogarse ni suspenderse. Sotoca recordó que la única posibilidad de suspender la Ley de Medidas Extraordinarias sería el recurso de inconstitucionalidad por parte del Gobierno central, que los sindicatos habían pedido sin éxito a Rodríguez Zapatero, dado que el presidente ha elogiado el esfuerzo de Valcárcel por reducir el déficit de la Comunidad Autónoma e incluso ha puesto a Murcia como ejemplo a seguir por otras autonomías.

Sotoca indicó que el encuentro «ha puesto de manifiesto la voluntad de diálogo, de negociación y de llegar a un acuerdo». A su juicio, «existe margen en la interpretación, en el desarrollo, en la aplicación y en la modificación de la Ley». Añadió que «tenemos la responsabilidad de hacerlo, y la sociedad nos lo están exigiendo».

En esta situación, Daniel Bueno, al igual que el secretario general de UGT, Antonio Jiménez, y el presidente de CSI.F, Ventura Martínez, saludaron este primer cambio de impresiones como una puerta abierta al diálogo.

Bueno recordó que «es la primera vez desde el 21 de diciembre que se abre la posibilidad de cambiar la ley», mientras Jiménez apuntó que «después de 35 días hemos recuperado el diálogo», aunque planteaba las dificultades de negociar sobre una ley ya en vigor. El secretario general de UGT señaló que «como es grave el problema, rápida tiene que ser la negociación». La previsión es que pueda alcanzarse un acuerdo en el plazo de diez o doce días.

Ventura Martínez, presidente de CSI.F, añadió que Valcárcel ha garantizado que «la ley es coyuntural y que todo es negociable y modificable».

Sin embargo, el representante del STERM, Toni Carrasco, lamentó que Valcárcel haya dejado claro que «la ley no es revocable», a pesar de que considera que su aprobación sin negociación previa «fue una agresión, la segunda agresión en poco tiempo». Añadió que el presidente también dio «la palabra a cuerdos que luego nos quitó».

El presidente de SATSE, José Antonio Blaya, aseguró que mientras la ley siga en vigor se están produciendo despidos en los hospitales. Clemente Hernández, de ANPE, propuso «suspender la Ley, lo que supondría que las medidas que perjudican a los empleados se queden sin efecto» mientras se negocia. Del desarrollo de las conversaciones que se produzcan en los próximas encuentros dependerá el mantenimiento de las movilizaciones previstas por los sindicatos.