El ámbito de farmacia es uno de los principales capítulos de gasto en el ámbito sanitario, de ahí que desde el Servicio Murciano de Salud (SMS) se esté trabajando en reforzar las medidas para atajarlo. La última decisión que la Administración tomó en este terreno se orientaba hacia el control de las prescripciones, primero en cada área de salud, después centro por centro, hasta llegar a desgranar las recetas médico por médico. Pero este proyecto continúa reforzándose y ahora Sanidad quiere que los facultativos prescriban los fármacos de menor coste.

Para ello se ha instalado un módulo dentro del programa informático OMI, con el que trabajan los médicos de familia en los centros de salud, mediante el que se produce una sustitución automática de los medicamentos que toma el paciente y se busca el más barato. «Esto no quiere decir que se modifique de forma instantánea el tratamiento, sino que debe ser el médico el que evalúe cada caso y determine si es apropiado el cambio», señaló el director general de Planificación, Ordenación Sanitaria y Farmacéutica e Investigación del SMS, José Antonio García Córdoba.

El nuevo sistema cuenta además con otras ventajas al detectar las posibles interacciones de los medicamentos y dispone de un sistema de alertas que ayudan al médico en su trabajo diario. Siendo su principal objetivo la potenciación del uso de medicamentos genéricos entre la población, ya que desde Sanidad se han marcado el objetivo de llegar al 25%, lo que supondría que uno de cada cuatro fármacos prescritos en las consultas no utilizara nombre comercial sino el principio activo.

Polimedicados y manual de ayuda

Esta iniciativa se enmarca dentro del conjunto de proyectos del Plan de Mejora del Uso de Medicamentos de la Región de Murcia, que tiene como fin reducir de forma considerable el consumo de antibióticos entre los ciudadanos; el programa de seguimiento de pacientes polimedicados -en los que se incluye a aquellos que toman más de cinco fármacos al día- y un manual de ayuda a la prescripción, que acaba de ser actualizado y se repartirá entre los médicos de familia. En esta guía comenzó a utilizarse el pasado año y recoge recomendaciones para que el facultativo prescriba en función de la patología, promocionando en todo caso el uso del genérico.

«El control sobre las recetas de cada médico ya se está haciendo y mensualmente se les envía la información sobre la posición que ocupa dentro de los cinco problemas más graves de farmacia», destacó García Córdoba, a la vez que dijo que «ahora comenzaremos a visitar a cada uno de los que presentan desviaciones respecto a sus compañeros para ver a qué se debe», y tendrán que rendir cuentas sobre el uso del talonario de recetas. Sin embargo, el director general recordó que las indicaciones que da el programa «son una recomendación porque los profesionales tienen libertad de prescripción y no se les puede obligar, podríamos tener incluso problemas legales».

El programa que ha comenzado a funcionar en Atención Primaria también se va a extender en los próximos meses a las consultas externas hospitalarias para promocionar en ese ámbito el principio activo, así como a las indicaciones en las altas hospitalarias y a los profesionales de salud mental. En este último caso para potenciar los fármacos de primera elección, es decir, aquellos que tienen una probada eficacia con un coste razonable.