El presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, echaba ayer fuego por la boca. Pocas horas después de la brutal agresión que sufrió en la tarde del sábado el consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, en los ordenadores del Gobierno regional se recibió un correo electrónico en el que se decía textualmente: «Viva la revolución. Jódete, consejero de la incultura. La hija de Valcárcel sería otro buen cebo. A por ellos». El jefe del Ejecutivo regional ya ha denunciado las amenazas ante un juzgado de Murcia y asegura tener identificados a los autores. «Vamos a intervenir con todo el poder que la ley nos otorga», señaló el presidente tras la reunión extraordinaria de la junta directiva regional del PP.

Valcárcel, quien asegura que su hija ha sido agredida dos veces desde que comenzaran las movilizaciones sociales por los recortes a los empleados públicos, presidió ayer la reunión del máximo órgano directivo del PP entre congresos, donde los populares condenaron el atentado sufrido por el consejero y exigieron la dimisión inmediata del delegado del Gobierno en la Región, el socialista Rafael González Tovar, a quien acusan de dejación de funciones. «Se le pidió protección y miró hacia otro lado diciendo que una manifestación ilegal y la agresión a cargos del PP como José Gabriel Ruiz eran hechos irrelevantes», recordó Ramón Luis Valcárcel, quien afirmó que en la noche del sábado fue él quien llamó al responsable del Gobierno central para solicitarle que los consejeros dispongan de escolta.

El presidente de la Comunidad y del PP regional exculpó a los funcionarios públicos de la agresión a Cruz y arremetió de nuevo contra «la izquierda vil, canalla y cobarde». Así, aseguró que «se han confeccionado dianas desde todos los frentes de la izquierda, en foros, mediante los revolucionarios sociales o el PSRM-PSOE. En muchas de esas dianas han puesto la cara del consejero de Cultura que el sábado fue agredido». Valcárcel denunció una campaña de acoso desde la oposición contra Cruz «mintiendo, calumniando e incluso hablando de sobrinísimo, pero qué pena, ya querría yo que fuera mi sobrino, pero no lo es». Cruz, en contra de lo que se ha dicho en diversos foros, no es sobrino de Valcárcel, sino hijo de un primo de la mujer del presidente.

También censuró «la hipocresía de los que ahora se adhieren», en relación a la condena que el PSRM-PSOE ha hecho de la agresión al responsable de Cultura, recordando que «los socialistas fueron el primer día a una manifestación ilegal» celebrada en la puerta de su domicilio. «Ahora se adhieren al sufrimiento de una persona a la que han estado difamando con insistencia», dijo en relación a los socialistas murcianos. «Hay quienes no están en disposición de gobernar en una región cuando todo lo que les mueve es el odio para conseguir lo que la democracia, sin duda, no les va a permitir», sentenció el presidente.

«Hasta aquí hemos llegado»

El jefe del Ejecutivo autonómico manifestó que la agresión que sufrió ayer Pedro Alberto Cruz no tiene precedentes en la historia democrática de España y reconoce que los daños al consejero pudieron ser mucho mayores. Los agresores, al parecer tres jóvenes entre 25 y 30 años, esperaron al consejero en la puerta de su domicilio y le golpearon varias veces en la cara con un puño de hierro, causándole la fractura del suelo maxilar, arco cigomático y suelo de la órbita izquierda. Tuvo que ser operado de urgencia. «No es una anécdota ni una noticia cargada de cierto morbo, esto es de una gravedad extraordinaria. Por eso, la junta directiva del Partido Popular en la Región de Murcia, con la totalidad de sus miembros, se ha reunido para decir hasta aquí hemos llegado, exigiendo a quien tenemos que hacerlo que garantice la seguridad de una formación política que está siendo perseguida», señaló Ramón Luis Valcárcel.

Así, garantiza que «el PP murciano es un partido unido, vivo y fuerte, y vamos a continuar el camino emprendido de la solidaridad, en tiempos de crisis, con quienes más lo necesitan».