La Asociación Murciana de Víctimas del Terrorismo, Amuvite, recibió la noticia del comunicado emitido por ETA informando del alto el fuego con «escepticismo». Así, el presidente de Amuvite, Chema Morales, indicó en declaraciones realizadas ayer a esta redacción que «nos parece un insulto a las víctimas y le pedimos al Gobierno que no dialogue con ETA», y aseguró que «de hacerlo, contestaremos las víctimas, echándonos a la calle, y no es una amenaza».

Para Morales, «las acciones policiales y judiciales son la clave para acabar con ETA», y no cree que la banda terrorista esté dispuesta a dejar las armas. «Con ETA hay que leer entre líneas», afirma el presidente de Amuvite, que no cree que el comunicado de la banda sea verificable, y destaca que «siguen hablando de Euskal Herria, se adhieren al acuerdo de Gernika y a la declaración de Bruselas para pedir un final dialogado, algo que no se parece en nada al decálogo que las víctimas presentamos recientemente en Madrid con las condiciones que pedíamos para el fin de los terroristas».

Además, Morales subraya que en la declaración de ETA, «piden la autodeterminación del País Vasco, así que siguen en la misma línea».

El presidente de Amuvite también hace hincapié en detalles como que los etarras que leyeron el comunicado fueran encapuchados, cuando, en su opinión, esta no es la actitud adecuada cuando se quieren asumir responsabilidades y comenzar un alto el fuego.

Desaparición de la asociación

El presidente de Amuvite, Chema Morales, anunció ayer a LA OPINIÓN que la asociación cierra en unos días. La causa de la desaparición de esta entidad de apoyo a las víctimas murcianas es la falta de apoyo económico, ya que «antes recibíamos subvenciones del Gobierno vasco pero al entrar en vigor la Ley de Solidaridad en la Región, del 14 de noviembre de 2009, la Administración vasca nos informó de que desde ese momento debía de ser el Gobierno de Murcia quien nos diera apoyo económico».

Morales indica que nunca han recibido subvenciones del Gobierno murciano. Así, esta asociación que apoya psicológica y jurídicamente a más de un centenar de víctimas del terrorismo en la Región, dejará de prestar sus servicios en unos días.