A pesar de recibir diferentes denominaciones, cortijos o cortijadas en Andalucía y Murcia, masías en Cataluña y Aragón, caseríos en Cantabria y casas grandes en Galicia, existen territorios rurales en España que cuentan con muchas similitudes en cuanto a necesidades y dificultades añadidas a la vida en el medio rural, debido a su aislamiento. Por este motivo el ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), a través de la dirección general de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, impulsa, promovido y coordinado por la Asociación para el Desarrollo de Gúdar-Javalambre y Maestrazgo (AGUJAMA), el proyecto ´MASOVERA´, que se desarrollará en seis comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Galicia, Cantabria, Cataluña y Murcia.

Este proyecto, con un presupuesto de 850.000 euros, se enmarca en la Red Rural Nacional puesta en marcha en el 2008 y en él participan seis asociaciones de desarrollo rural (una de cada comunidad). Tratará de recoger una muestra de las distintas regiones rurales del territorio nacional en las que se encuentran hábitats dispersos caracterizados por la presencia de pequeños asentamientos aislados, que suelen constar de un edificio de vivienda, varios edificios que albergan el ganado, y una superficie de tierras más o menos extensa que se destina principalmente a un uso agropecuario. Tal y como se plantea este proyecto, estas explotaciones que aún siguen siendo habitadas, están basadas en un principio de autosuficiencia y sostenibilidad y constituyen un elemento clave para el mantenimiento del paisaje y la biodiversidad, argumentos que sustentan la importancia de su conservación. El plan intenta en su primera fase realizar un diagnóstico ´a pie´ de masía o cortijo de las necesidades de aquellos habitantes que viven en este tipo de hábitats, para luego adoptar medidas tanto a nivel individual como colectivo

En la Región de Murcia, la encargada del estudio será la Sociedad para el Desarrollo Rural ´Integral´ en la que participan trece municipios, aquí los entornos rurales de montaña tienen un interés especial. Los territorios elegidos para el estudio de las condiciones de vida de estos pobladores y la puesta en valor de sus tradiciones serán las zonas de alta montaña de los municipios de Moratalla y Caravaca de la Cruz. En estos enclaves todavía podemos encontrar a personas que se han dedicado toda la vida a diversas actividades económicas y sociales que hoy en día están a punto de desaparecer. Hablamos de pastores, médicos rurales o artesanos, cuya vida fundamenta la identidad rural que hoy está tan cerca de desaparecer.