El presidente del Gobierno regional, Ramón Luis Valcárcel, reprocha a los sindicatos y a los socialistas murcianos que no se manifestaran ante la delegación del Gobierno cuando Rodríguez Zapatero anunció la rebaja salarial para «todos los funcionarios de España», mientras que sí «visitaron» su casa el día que se dieron a conocer los recortes que se aplicarán en la Comunidad a partir del 1 de enero. Rodríguez ZapateroEspañaValcárcel

La aprobación de la Ley de Sostenibilidad de las Finanzas ha marcado un cambio en las relaciones del Gobierno regional con los sindicatos y con los funcionarios de la Comunidad Autónoma, al anular la jornada de 35 horas aprobada en 2008 para volver a las 37,5.

La presentación de la ley que introduce los recortes se presenta como un ´plan B´ oculto ante la negativa del ministerio de Hacienda a autorizar la deuda que necesita la Comunidad o es una improvisación.

Lo que hay es una comunicación del Gobierno diciendo que no hay endeudamiento si no nos ajustamos al déficit. Una cosa es el presupuesto, en el que nos encontramos con que hay 211 millones de ingresos menos de los previstos, pero ya llevábamos 15 ó 20 días viendo por dónde íbamos a meter el tijeretazo.

Pero se ha llevado a la Asamblea sin presentársela ni siquiera a los sindicatos.

No pueden ser medidas asamblearias. Se presentó en la Asamblea y después se ha estado dando a conocer a los sindicatos, pero no es una ley normal, que tiene un trámite de varios meses, es una ley de 48 horas.

Parece que va a reproducir usted la estampa del ex ministro Fernández Bermejo, cuando era perseguido por los funcionarios.

No he visto que sitiaran la casa del delegado del Gobierno cuando Rodríguez Zapatero tomó medidas que afectaban a todos los funcionarios de España. Hemos echado en falta a los socialistas murcianos y a la candidata socialista cuando hay que salir a la calle a defender a un solo parado. Lo que espero ahora es que los sindicatos se sienten a hablar, en lugar de mostrar su descontento de manera tan virulenta.

El recorte ha sido muy duro

En esta legislatura hemos realizado un gasto en dignificar al funcionario, incrementándole sus retribuciones de una manera sustancial. Los médicos de Murcia eran los peor pagados de España, pero hoy se encuentran entre los mejor pagados. El profesorado estaba maltratado en su retribuciones; hoy, sin embargo, se ha dignificado su labor –aunque haya a quien le parezca poco–, con una retribución respetable. Ha ocurrido lo mismo con los funcionarios de la Administración general, todos han visto incrementarse sus salarios. Hemos hecho uso del dinero de los murcianos para mejorar los salarios y hemos gastado en dotar a la Región de más médicos y de más profesores. Estamos atendiendo también a la dependencia, que según la ley debemos cubrir en un 50%, pero el Estado no se hace cargo del otro 50%, sino que en el mejor de los casos llega al 30%. Hemos tenido que asumir incluso lo que correspondía al Estado.

Un gestor no puede atender sólo al aumento del gasto social, porque también puede excederse en la bondad del gasto.

No es así. No sólo hemos aumentado los recursos humanos, sino también los hospitales, los centros de atención primaria, los consultorios, etc. Ahora, nos vamos a los ingresos: hay una crisis y, como entra menos dinero, yo tiro de las reservas. Si yo tengo un compromiso de gasto, mientras tenga dinero estoy gastando, porque tengo la presión del minusválido, de los enfermos y de los sindicatos. Lo primero que hice fue reducir el Gobierno en 2008. Después, se volvió a recortar y más adelante lo que hicimos fue revisar los compromisos que habíamos acordado con los sindicatos, que venían de otros tiempos y que había que poner en cuarentena, negociando a la baja. Es lo que hemos hecho. Si tenemos más población, yo tengo que hacer más gasto. Pero si yo no ingreso, y si a mí el Estado no me paga lo que me debe, tengo que endeudarme. Pero además, si yo debo dos y pido dos, todavía debo menos que el que tiene una deuda de diez, aunque pida uno. Esto es lo que no ha querido ver el ministerio de Hacienda, pero arrieros somos y en marzo veremos cómo está cada uno.

¿Qué ocurrirá en marzo?

Que se va a decir la realidad de cada comunidad autónoma, del propio Gobierno de España y de las empresas públicas. Aquí nadie dice lo que hay, cuando yo me he desnudado. Hasta lo calcetines me he quitado.

¿Hasta dónde va a llegar el recorte a los liberados que establece la ley?

Aquí todo el mundo tendrá que hacer un esfuerzo. Habrá que decirles a los sindicatos que, si aquí todos se aprietan el cinturón, todos somos todos.

¿Los políticos también?

Los políticos llevamos tres años con el sueldo congelado. Además, hemos tenido una sensible rebaja, que en mi caso supone el 15%, y para consejeros, el 10%. Yo cobro menos que un concejal y, probablemente, menos que algún diputado de la Asamblea Regional, aunque ellos también han tenido algún recorte.

¿Y los asesores lo van a tener?

¡Ese es el despilfarro! ¿Me quieren explicar dónde se despilfarra? Que hay gasto corriente, bueno, pero es que hay que pagar la luz, que nos la ha subido el Gobierno. ¡A ver qué luces apagamos, porque esto está casi con cerillas, no ya con velas! Hemos reducido subvenciones, no hay ni para peñas huertanas ni para sardineros. Cero, cero, cero. ¿Cuál es el déficit? ¿Los asesores? Tenemos 48 asesores. De 55.000 funcionarios, hay 48 asesores de esos a los que se les dice venga usted aquí que le nombro asesor. Porque los otros son asesores técnicos, las asistencia técnicas, que son de plantilla, son funcionarios. En total hay 174 asistencias técnicas y 48 asesores. Eso supone el 0,001% del presupuesto. Viva el despilfarro. ¿No será el despilfarro decir pague usted las ayudas, atienda a las más personas que llegan aquí a esta Región? A ver si el despilfarro es atienda usted a las personas que llegan a esta Región o pague a los profesores. Si lo que vamos a hacer no es bajar considerablemente el salario, lo que vamos a decir es que se acabó el absentismo. Si esto es como la economía sumergida, un buen empresario no puede molestarse porque yo combata la economía sumergida. El que tiene que molestarse es el mal empresario que está generando competencia desleal al buen empresario.

¿Cómo va a atajar el absentismo?

A los funcionarios se les quiere aplicar la imagen de despreocupados y gandules, pero es mentira; en un noventa y tantos por ciento, son gente ejemplar, pero llegamos a situaciones en las que hay personas que se pueden tirar cuatro meses o siete meses de baja. En unos casos, en el del noventa y tantos por ciento de funcionarios, está justificado, pero en otros no. Se va a combatir el absentismo, porque cuando una persona coge la baja, no es sólo que cobre su nómina normal, es que tiene además un plus. Pues se acabó el plus. ¿Es que nos hemos vuelto locos?

¿Qué medidas va a tomar?

Va a haber unas medidas de control y se va a producir una rebaja importante, que la ley no especifica, para que no mantengan el cien por cien de la nómina. Este es el margen de negociación que yo quiero con los sindicatos.

¿Ha acabado el idilio con los sindicatos?

Yo no sé cuántos presidentes han mantenido dieciséis años la paz social. Hay medidas que son coyunturales, como las 35 horas, que ahora se convierten en 37,5; se conquistaron un día y, en una situación de emergencia, como es ésta, hay que revisarlas. En la situación de España, hay que trabajar más, es lo mismo que está pasando en la empresa privada, tenemos que repartirnos el trabajo. No se trata tanto de cobrar menos como de trabajar dos horas más. Pero todo es recuperable una vez que la situación cambie.

Ante tantas penurias ¿se ha planteado suprimir la consejería de Justicia?

No hay peor cosa que recibir unas transferencias y ponerte a trabajar al día siguiente y por eso se creó. El compromiso del Gobierno preveía un pago único de 4,5 millones, 2 millones en 2011 y 2,5 en 2012, pero algún problema defió surgir con Hacienda, cuando el Ministerio daba los 70 millones por decreto, pero no garantizó que esos 4,5 llegarán por convenio. Por eso Manuel Campos ha considerado que era mejor esperar seis meses.