El secretario general de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), José Antonio Martínez Díez de Revenga, ha presentado su dimisión apenas dos meses después de su nombramiento. El número dos de la CHS, que se incorporó al equipo de la presidenta, Charo Quesada, el pasado mes de octubre, remitió ayer un correo electrónico a sus colaboradores y al personal del organismo de cuenca con el que ha mantenido una relación más estrecha durante este corto periodo de tiempo informándoles de su marcha. La dimisión de Díez de Revenga se atribuye a desavenencias con Quesada y con el resto de la dirección, aunque la presidenta negó ayer que se haya producido ningún tipo de desencuentro entre ambos y aseguró que la decisión obedece exclusivamente a «circunstancias personales».

El secretario general procede de la consejería de Agricultura y Agua de la Comunidad Autónoma, en la está adscrito al Servicio Jurídico de este departamento. Es además experto en legislación medioambiental, según informó la CHS el pasado mes de octubre, cuandos anunció su nombramiento. En el correo electrónico que envió ayer a sus compañeros les informaba de que tiene previsto incorporarse a su puesto en la Comunidad Autónoma a principios de año. Esta redacción intentó contactar con él ayer, pero no llegó a conseguirlo.

Díez de Revenga y Charo Quesada han sido compañeros en la consejería de Agricultura, lo que motivó que la presidenta se decidiera por ofrecerle el puesto cuando pensó en sustituir a Paloma Moriano. El cargo de secretario general ha sido, hasta ahora, el único en el que la presidenta ha realizado cambios, mientras que ha mantenido a los demás altos cargos que había nombrado su antecesor, José Salvador Fuentes Zorita.

Como secretario general, se hizo cargo del área económica, jurídica y de personal de la CHS.

Su dimisión se atribuye a desavenencias con la presidenta y con el resto del equipo de dirección, aunque Charo Quesada negó ayer que haya habido «ninguna pérdida de confianza» entre ellos y dijo que «se va por circunstancias personales, que hay que respetar, y se vuelve a su sitio con toda normalidad. Me lo traje yo, pero a veces ocurren circunstancias sobrevenidas. Se va con la misma confianza con la que vino».

La causa del desencuentro puede estar en las dificultades que ha encontrado el secretario general para vencer la inercia con la cúpula del organismo de cuenca y en su disconformidad con alguno de los proyectos que se están poniendo en marcha. Tampoco se descarta que los posibles cambios en el Ministerio, que pasarían incluso por el relevo del secretario de Estado, Josep Puxeu, hayan llevado al secretario general a anticiparse a los acontecimientos.