El último caso investigado en la Región relacionado con menores y delitos vinculados a las nuevas tecnologías fue adelantado por este periódico esta misma semana. Se trata de la grabación de las relaciones sexuales de una chica de trece años y un chico, al parecer, de catorce. Una vez grabadas a través de un móvil, las imágenes fueron pasando de teléfono a teléfono por las manos de otros menores. La investigación permanece abierta hasta la fecha, aunque podría cerrarse en breve si se confirma que los implicados en la grabación y difusión de las relaciones no tienen todavía los catorce años, por lo que no se les podría exigir responsabilidad penal alguna. Los hechos sucedieron en la casa en ruinas que aparece en la imagen, lugar donde se reunían varios grupos de jóvenes.