Con el inicio del curso arranca también el control de Sanidad sobre los alimentos que se ofrecen a los escolares en los centros educativos. Este año se ha declarado la guerra a las chuches y Murcia ha sido la primera autonomía en ponerse manos a la obra, quizá porque también tiene las tasas de obesidad y sobrepeso infantil más altas de España -un 25%-. Desde hoy lunes los colegios son un territorio vetado a los productos de bollería y las golosinas, así como a cualquier otro producto de alto contenido calórico y bajo nivel nutricional, por lo que las cantinas y máquinas expendedoras han tenido que readaptarse a la nueva norma.

No obstante, los inspectores sanitarios ya han recibido las instrucciones y comenzarán desde ya a peinar los centros escolares -tanto públicos como privados y concertados- para comprobar que no ofrecen chuches ni bollos. El jefe del servicio de Seguridad Alimentaria y Zoonosis de la consejería de Sanidad, Blas Marsilla, explicó a LA OPINIÓN que está programado que durante el primer trimestre del curso se revisen los 350 centros, a quienes se les han enviado una circular con las instrucciones que deben exigir a sus proveedores de productos de bollería. Además, destacó que «da igual que se venda en la barra de la cafetería o en una máquina, ningún producto puede superar los límites de calorías y grasas establecidos» y dijo que aunque las expendedoras no se retirarán de los centros sí que deberán sustituir los productos, por ejemplo, cambiando las napolitanas por zumos o piezas de fruta envasada. En el protocolo que siguen los inspectores de Seguridad Alimentaria a la hora de realizar los controles se han incluido los cuatro grupos de alimentos de alto contenido calórico y bajo valor nutricional: golosinas, bebidas hipercalóricas, bollería industrial y aperitivos salados. Marsilla también recordó que se hará especial hincapié en los menús de los comedores escolares, que deberán cumplir unas características nutricionales establecidas por un experto en nutrición o dietética.

La norma, elaborada por la consejería de Sanidad en colaboración con la de Educación y conocida como el decreto ‘antichuches’, recoge los planteamientos del Plan de Salud 2010-2015 , que hace referencia a la necesidad de adoptar patrones de una alimentación sana y equilibrada, incidiendo en los beneficios de la dieta mediterránea y fomentando las actividades recomendadas para cada grupo de edad.

7% del gasto sanitario

Desde el ministerio de Sanidad, que se han sumado a esta iniciativa y se ha aprobado una norma similar para todas las autonomías, indican que uno de cada cuatro niños padece sobrepeso u obesidad y esta patología se ha triplicado entre los menores en los últimos veinte años, representando además el 7% del gasto sanitario español.