La red de narcotraficantes utilizaba buques nodriza para los alijos. Estas embarcaciones son habitualmente de gran tonelaje y tamaño, por lo que llaman mucho la atención. Así, lo que hacían los detenidos era, ya en alta mar, transferir cantidades de droga menores a diversas embarcaciones de recreo o pesqueros, con el fin de lograr hacer su entrada en puerto o aproximarse a la costa sin levantar sospechas. El desembarco de la droga se llevaba a cabo en diferentes puertos y calas a lo largo del litoral español, llegando incluso a zonas de la isla de Menorca. Posteriormente, la distribución del hachís se realizaba empleando camiones, que utilizaban la carga legal habitual a modo de mercancía pantalla. La organización contaba asimismo con un entramado de empresas, ubicadas en su gran mayoría en Melilla y dedicadas presuntamente al blanqueo del dinero obtenido mediante el tráfico de droga. efe