La Fiscalía ha decidido investigar cómo pudo autorizarse la mansión que el propietario del equipo de Fórmula 1 Hispania Racing Team, José Ramón Carabante, se ha construido en Inazares, una pedanía de Moratalla situada en el límite de la Región con la provincia de Granada. El empresario que hace dos años compró a Trinitario Casanova el grupo Hispania, que tiene su sede en la plaza Fuensanta de Murcia, ha levantado un espectacular palacete en unos terrenos no urbanizables, en los que se propone cultivar viñedos y criar caballos. El empresario asegura contar con todos los permisos de la Comunidad Autónoma y del Ayuntamiento. Por su parte, la Fiscalía ha decidido abrir diligencias para averiguar cómo pudo conseguir el permiso de la Comunidad Autónoma y el visto bueno del Ayuntamiento, por si hubiese indicios de infracción o de un presunto delito contra el medio ambiente, ante las grandes proporciones y el impacto sobre el pasaje que tiene la edificación.

Carabante anunció esta semana en Murcia que ha conseguido la autorización de la Comunidad Autónoma para plantar 24 hectáreas de viñedo en su finca de Inazares, que tiene una superficie de 22 millones de metros cuadrados. También se propone crear una yeguada para dedicarse a la cría de caballos e incluso proyecta un hotel de lujo con cuadras para que profesionales de la hípica que puedan descansar y disfrutar de los paisajes.

La pedanía de Inazares está enclavada en uno de los puntos más elevados de la Región, en las estribaciones del macizo de Revolcadores. Cuentan los vecinos del caserío que desde el monte más alto de la zona, el Pico del Obispo, que supera los 2.000 metros de altitud, puede verse la cima de Sierra Nevada los días más despejados. En esta población con un clima de montaña viven tan sólo varios cientos de vecinos, que han pasado de estar apartados del mundo a tener que acostumbrarse a los turistas que acuden a las casas rurales para disfrutar de los cielos más limpios y con menos contaminación lumínica de España.

La Fiscalía indagará a partir de ahora cómo ha podido levantarse una construcción que se extiende sobre cientos de metros cuadrados cuando en los terrenos que ocupa sólo podía construirse una vivienda de reducidas dimensiones para uso de los agricultores.

Su propósito es averiguar si ha podido producirse algún delito o infracción en la tramitación de los permisos que han concedido la Comunidad Autónoma y el ayuntamiento de Moratalla, ante la evidencia de que las dimensiones del palacete no se ajustan a las proporciones de una vivienda unifamiliar ligada a una explotación agraria.

El primer paso será pedir información a la Comunidad Autónoma para seguir los pasos que ha ido dando la Administración regional a la hora de autorizar el cambio de uso de unos terrenos en los que no se podía edificar. La Fiscalía también recabará información al ayuntamiento de Moratalla para saber si se ha aplicado la disciplina urbanística ante una construcción excesiva en caso de que la construcción haya superado los límites permitidos, ocasionando un gran impacto sobre el paisaje y el entorno.