"El trasvase del Ebro era una obra inviable tanto jurídica como medioambientalmente, que provocaría un gran conflicto entre las comunidades autónomas. En todo caso, el Partido Popular nunca lo hubiera hecho ni lo hará, porque no existe el consenso necesario para desarrollar una obra de esta magnitud". Así se expresa el portavoz regional del PSOE, Joaquín López, quien recuerda que "en la Región no ha faltado agua desde el año 2004, en el que Zapatero accedió a la presidencia del Gobierno". Los socialistas apuestan por la desalinización y el mantenimiento del Tajo-Segura, y no descartan un trasvase desde el Tajo-Medio.