Esto se acaba y la incertidumbre junto a un halo de esperanza prende del espíritu grana. Solo resta a la temporada, el colofón de la salvación, pero visto lo visto, hemos de congratularnos de llegar al partido final dependiendo de nosotros mismos y por cuarta vez consecutiva, obrar el milagro de la victoria, ya que gozamos de una oportunidad más que clara, de salvar los muebles, aunque estos estén raídos por la carcoma.

El fin de semana próximo sabremos que nos deparara el destino, si ganamos, que podemos hacerlo, volveremos a tener un verano de

vaivenes y la firme promesa de abordar el ascenso la temporada que viene, lógicamente con austeridad económica, por lo que o suena la flauta o volveremos a sufrir lo indecible; si por el contrario bajamos de categoría, nos encontraremos inmersos seguramente en la desaparición del club, ya que no veo al "amo" dispuesto a inyectar dinero para que no ocurra tal devenir.

De una u otra manera, la temporada ha sido espeluznante; los jugadores tienen la oportunidad de remediar el mal mayor de la manera más fácil y es: salir a morir ante el Gerona (lo que ya podían haber hecho antes).

Por último, quiero agradecer al diario LA OPINIÓN, la oportunidad que han dado a los aficionados del fútbol murciano, de poder expresar sus inquietudes y comentarios de lo que vemos y sentimos hacia nuestros equipos. Espero que la temporada que viene continuen con esta sección.

Si no vuelvo a escribir esta temporada, doy las gracias a los jugadores por salvar la honra, ahora bien, como escriba por lo contrario, sujetaos los pantalones.

VALOR, SUERTE Y TESTOSTERONA, QUE SE VA PUDIENDO.