En opinión del catedrático Víctor Castillo, en España aún existe un uso muy limitado de la ciberdemocracia (o participación ciudadana en Internet), "muy lejos del uso que se le debería dar" y mencionó como paradigma "la campaña de Barak Obama en su carrera a la presidencia de Estados Unidos".

No obstante, Castillo, que impartió recientemente en la Universidad Católica de Murcia una charla titulada 'Cibercampañas: vías y diques tecnolopolíticos para la participación ciudadana", señala que, pese a su potencial, la ciberdemocracia también tiene sus peligros. "Se aprovecha el anonimato de Internet para exacerbar, radicalizar o enfrentar a las fuerzas políticas y a sus seguidores", señala Sampedro, y muchas veces no se llega a saber quién está detrás de estos grupos de Facebook que surgen para apoyar a algunos partidos.

Y, como consecuencia de ello, "se crispa todavía más la comunicación política, marcada en los últimos tiempos en los medios de comunicación por el escándalo y la corrupción, lo que deriva en una falta de respecto mutuo entre los partidos".

Por otro lado, Víctor Sampedro recuerda que otro de los peligros es que "aquello que se presenta como participación en realidad sea un medio de control". Y es que, cuando participamos, por ejemplo, en foros, sean políticos o no, estamos dando datos que posibilitan que los partidos u otras instituciones nos envíen publicidad o información no autorizada por el internauta que pueda cambiar nuestra forma de ver las cosas sin darnos cuenta.