Durante todo el debate, Barreda estuvo obsesionado con Ramón Luis Valcárcel, utilizando su figura para atacar a María Dolores de Cospedal y acusándole del fracaso del Estatuto de Castilla-La Mancha. No obstante, el presidente manchego reconoció que su homólogo murciano "ha estado en su papel, defendiendo a los ciudadanos de su tierra. La única que no ha estado a la altura ha sido la señora Cospedal", indicó.

Pero Barreda tuvo una alusión despectiva hacia el secretario general de los socialistas murcianos, Pedro Saura. La líder del PP había hecho referencia al jefe de la oposición en Murcia y su petición de que el Estatuto fuera devuelto. "Sí, ya veo el caso que le han hecho (a Saura) en el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, ja ja", afirmó Barreda en tono burlón, lo que levantó las risas y los aplausos de la bancada socialista.

Lo que sí reconoció Barreda fue que en el PSOE nacional había opiniones favorables a aprobar la enmienda transaccional que presentó el PP. "Mi rechazo fue firme porque aceptarla hubiera sido traicionar a los colectivos sociales, a los agricultores y a los empresarios de Castilla-La Mancha".