El Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, una norma entre cuyos objetivos primordiales estaba poner fin al Trasvase Tajo-Segura, ya es historia. Las Cortes de Castilla-La Mancha aprobaron ayer, con los 26 votos a favor de los diputados socialistas y 20 en contra del PP, retirar el proyecto de reforma del Estatuto tras el fracaso en el Congreso de los Diputados, donde la falta de acuerdo entre los dos grandes partidos respecto al agua ha hecho descarrilar el texto.

Las Cortes celebraron ayer una sesión extraordinaria en Toledo, donde el presidente castellanomanchego, el socialista José María Barreda, y la presidenta del PP en Castilla-La Mancha y secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, se lanzaron duros reproches y se acusaron mutuamente del fracaso del Estatuto. A pesar de la retirada del proyecto, el presidente manchego aseguró que continuará la batalla contra el Trasvase "cuenca a cuenca, trasvase a trasvase" y defendió la necesidad de agua que tiene su comunidad "para la agricultura y para que la gente pueda bañarse de nuevo en los ríos, como hacían nuestros abuelos y nuestros padres".

Durante la tensa sesión de ayer hubo continuas alusiones al presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, a quien los socialistas consideran el máximo responsable de que el PP no apoye finalmente el Estatuto y la reserva hídrica de 4.000 hectómetros cúbicos.

Así, Barreda inició su intervención reprochando a Cospedal el cambio de discurso que, a su juicio, la líder popular ha experimentado. "Usted era más antitrasvasista que nadie y ha cambiado desde que es secretaria general del PP. El Estatuto no le ha importado. A quien sí le ha interesado ha sido a Valcárcel", manifestó. Según Barreda, el presidente murciano fue quien dictó la enmienda que el PP presentó para desbloquear el Estatuto y que el PSOE rechazó. "La propuesta del PP era una trampa tendida por Valcárcel, era inaceptable eliminar la reserva de agua de 4.000 hectómetros cúbicos y la presencia de Castilla-La Mancha en los órganos de decisión del Trasvase", manifestó el presidente manchego, quien reconoció que fue él el responsable de que el Grupo Socialista rechazara la enmienda. El político socialista acusó a Cospedal "de defender, en lugar de a los ciudadanos de Castilla-La Mancha, a Valcárcel, los regantes murcianos y los campos de golf".