Reeducar al maltratador para romper con la dinámica de violencia machista es posible. Así lo aseguran algunos expertos, quienes mantienen que más del 60% de los maltratadores se recuperan sometiéndose a un tratamiento psicológico. "Si logramos recuperar a más del sesenta por ciento de los que pasan por terapia no hará falta atender a sus posibles víctimas, con lo que de manera indirecta estamos defendiendo a las mujeres maltratadas", argumenta el decano del Colegio de Psicólogos de Castilla y León y vicepresidente del Consejo General de Colegios de España, Eduardo Montes. El decano hace referencia a un tratamiento psicológico que funciona desde 2005 en Castilla y León, en una experiencia entonces pionera en España por la que han pasado 493 hombres sin otras patologías, con éxito en más de seis de cada diez casos.

El programa es voluntario, no admite a hombres con otras patologías como alcoholismo, drogadicción o enfermedades mentales, parte de la "decisión clara de dejar de serlo" y tiene como objetivo hacer ver que "no es normal ser un maltratador", que caigan en la cuenta de que lo que hacen es un delito y que no hay razones para comportarse así, ha reflexionado el decano autonómico. El maltratador se rige por una especie de "derecho de propiedad; yo hago lo que tengo que hacer y marco cómo se hace", por lo que la terapia, que llevan 32 psicólogos formados específicamente con reciclaje constante, consiste en hacerles ver que "hay otros caminos, otras formas de relacionarse positivas y gratificantes".

Los datos están ahí, en estos cinco años han trabajado con 493 agresores en el programa Fénix, que han supuesto 7.321 horas de psicoterapia, y sólo en lo que va de año han participado en este programa 86 maltratadores, con 1.200 sesiones, de los que 53 han terminado el tratamiento y sólo seis lo han abandonado.

El perfil de los agresores que acuden al programa, que no se dirige a presos, lo ha concretado uno de los psicólogos que imparte esta terapia, el presidente del Colegio de Psicólogos de León, Vicente Martín Pérez, que aclara que hay maltratadores emocionales, psicológicos y físicos, por emisión y por omisión. Los que acuden a este programa Fénix son hombres con una primera denuncia por maltrato, con órdenes de alejamiento en algunos casos, de entre 40 y 45 años, que desarrollan un trabajo manual, como operarios, ganaderos o albañiles y sin estudios superiores. "Algunos de ellos cuando beben ejercen más el maltrato, pero no son alcohólicos", están casados, con entre dos y tres hijos.