Los supuestas operaciones irregulares de Roca en Los Alcázares no fueron el único tema del interrogatorio que ayer afrontó Mariano Ayuso. Además, el ex arquitecto tuvo que contestar a otra serie de preguntas sobre su gestión en el consistorio alcazareño. Entre ellas se encontraba su relación con la empresa de su hermano Gyps Fulvus. Según los investigadores, Ayuso empleó esta sociedad para presentar proyectos en el municipio en el que trabajaba -y sobre los que él mismo tenía que informar- usando la firma de otros arquitectos. Entre ellos se encontrarían el nuevo edificio del ayuntamiento o la casa de cultura.

Ayer, Ayuso negó haber pagado a los miembros de la corporación municipal para que estas obras fuesen adjudicadas 'a dedo', es decir, sin necesidad de pasar por concurso público. El ex arquitecto, incluso, fue más allá al desvincularse de esta sociedad y calificó las acusaciones de la Policía Nacional -que encontró abundante documentación de la empresa en una vivienda de Ayuso en Punta Prima- como "un disparate". Según Ayuso, toda la documentación de Gyps Fulvus estaba en un almacén contiguo a su vivienda "que está sin separación pero que es independiente y pertenece a Gyps Fulvus".